Acaba de llegar a librerías Ciudadanos, no clientes (Paidós, 2022), el libro de la ministra del Interior Izkia Siches y el sociólogo Cristián Bellei, donde proponen una aproximación a una salud y educación dignas en el marco de “un Estado social de derechos”.

Publicado en la colección Hoja de ruta del sello Paidós, el ensayo incluye una aguda reflexión sobre dos temas que inquietan a la ciudadanía.

“Salud y educación son temas que han estado en las demandas ciudadanas desde mucho antes del estallido de octubre de 2019″, se lee en el prólogo del libro, donde Siches recuerda su rol como presidenta del Colegio Médico de Chile, la revolución pingüina de 2006 y la revuelta universitaria de 2011.

“¿Por qué unirlos en un libro? Principalmente, porque ambos son derechos sociales que no están bien resguardados en Chile y en torno a ellos ha primado una lógica de mercado”, dicen los autores.

En Chile, actualmente, “hay quienes se mueren esperando por una prestación de salud y, en algunas zonas, la privatización de la educación ha barrido con la enseñanza pública, acentuando el rol de clientes en una población que debería ser atendida con lógica ciudadana”, advierten Bellei y Siches.

“Es por esto que las demandas por una educación gratuita y de calidad, y por una salud digna estuvieron en el corazón del estallido social y exigen ser atendidas con urgencia”, sintetizan en el volumen.

¿Aspiraciones o compromisos?

Izkia Siches Pastén, médica cirujana especialista en Medicina Interna y actual ministra del Interior del gobierno de Gabriel Boric, y Cristián Bellei, sociólogo y Doctor en Educación de la U. de Harvard, explican que ambos derechos habilitan para gozar de los demás, “expandiendo así la ciudadanía, el desarrollo y la justicia social”.

En lo medular, el libro sugiere que dejar la salud y la educación al mercado, “y resignarnos a su inequidad y segmentación social, como se observa hoy en Chile, era inaceptable”.

El texto propone una aproximación diferente para ambas, a partir del Estado social de derechos. “Visiones integrales y ambiciosas, compromisos con la justicia y la no discriminación, con un rol para el sector privasdo, pero claramente subordinando su función social a la preeminencia del Estado”, detallan los firmantes.

Luego cierran: “Se trata de encarnar la convicción de que estos —como los demás derechos sociales— no son solo aspiraciones, sino compromisos colectivos, garantías que deben satisfacerse universalmente”.

El libro de poco más de cien páginas ya se encuentra en librerías.