Luego de varias semanas de incertidumbre respecto al futuro de Nicolás Zepeda, la justicia francesa decidió condenar a 28 años de prisión al chileno que asesinó a su expareja japonesa Narumi Kurosaki, en diciembre de 2016.

Si bien el cuerpo de la joven nipona jamás fue encontrado, en el desarrollo del juicio que se extendió por casi dos semanas, la fiscalía planteó una impactante teoría basada en los antecedentes de la investigación.

Ayer, el fiscal Étienne Manteaux entregó sus comentarios finales y recordó algunos pasajes del caso que han sido expuestos en días anteriores.

Por ejemplo, recordó las preguntas que Zepeda le realizó a su primo en torno a la muerte. “Esas preguntas sobre la muerte por asfixia, que le hicieron a su primo Juan Felipe, son todo elementos. ¿La estranguló con las manos? ¿Con el almohadón? Lo que yo sé es que Nicolás Zepeda la asfixió, ella forcejeó”, afirmó el persecutor.

Además, sobre el cadáver de Narumi, dijo que “la hipótesis más probable es la de la inmersión en el (río) Doubs, aguas abajo de la presa de Crissey”.

Reacción tras condena

Sin embargo, pese a todos los datos presentados por el fiscal y la defensa de la familia de Narumi, Nicolás insistió en su inocencia hasta el final.

De hecho, una vez que se dio a conocer veredicto, el chileno no demostró ningún tipo de emoción. “Sin reacción, sin lágrimas. Impasibilidad absoluta, en un silencio catedralicio”, detalló L’est republicain.

De acuerdo al medio francés que siguió el minuto a minuto del juicio contra Zepeda, éste no miró a sus padres, quienes se encontraban “sentados a su derecha” y que “también miran hacia otro lado”.

“Al frente, la madre de Narumi Kurosaki ha sacado el retrato de su hija, al que acaricia con infinita ternura”, precisaron.