Las monjas descalzas de Viña se fueron con lo puesto

Baja de vocaciones religiosas obligó al obispado a cerrar el histórico recinto de Agua Santa. Las cinco hermanas que quedaban fueron trasladadas a otros claustros de la orden.

Después de 130 años de funcionamiento, el histórico monasterio de Las Carmelitas Descalzas de Viña del Mar anunció su cierre definitivo. ¿El motivo? El progresivo descenso de vocaciones religiosas que hasta sus últimos días hizo funcionar al recinto con solo cinco monjas, varias de ellas de avanzada edad y deteriorada salud.

A través de un comunicado de prensa, el Obispado de Valparaíso dio a conocer la decisión y agradeció la ayuda que recibieron de parte de sacerdotes y laicos para mantener el funcionamiento del recinto, ubicado en Agua Santa.

"Con mucha pena estamos viendo desde hace algún tiempo cómo se fue reduciendo el número de hermanas en nuestra comunidad. Al ser tan pocas, la comunidad perdió la autonomía vital siendo imposible vivir la vida fraterna y litúrgica que la Iglesia nos pide", asegura el comunicado.

Desde el monasterio viñamarino contaron a La Cuarta que hace un par de semanas que se veía venir el cierre, y que actualmente permanecen en el recinto nueve personas, encargadas de la limpieza y funcionamiento administrativo del lugar. Ninguno sabe si seguirá con trabajo después del cierre. Por su parte, las religiosas fueron destinadas a otros monasterios de la misma orden.

Desde la Iglesia aseguran que la muerte de la madre Priora del monasterio, Cristina Santelices, fue decisiva para tomar la decisión, ya que con la poca cantidad de hermanas no se puede escoger a un nueva superiora.

"Desde hace varios meses venimos asumiendo esta realidad. Con la muerte de la Madre se hizo más claro que no podemos seguir, ya que con el número de monjas que somos no podemos convocar a elección de nueva priora", aseguran desde el obispado.

Antes del cierre definitivo, el funcionamiento del claustro estaba enfocado en la oración diaria por el bien de la Iglesia y las vocaciones, las mismas que hoy están a la baja. Según datos publicados por el Vaticano, se estima que 500 monjas abandonaron la Iglesia hasta 2018, solo en América.

Cuestión de fe

Para sobrevivir, las hermanas de las Carmelitas en Viña del Mar vendían hostias y velas elaboradas por ellas mismas durante las extensas jornadas de oración. Las ganancias iban en beneficio del funcionamiento diario del lugar, el que según la constitución de la orden debía funcionar con al menos 8 hermanas, número que ya no se alcanzó en el último año.

La baja de las vocaciones religiosas es un tema que preocupa al clero, aunque los expertos aseguran que desde la Iglesia Católica chilena aún no hay sinceridad con la cantidad de bajas que pueden sufrir en sus vocaciones.

"A nivel mundial hay una merma importantes de católicos, lo que también influye en las vocaciones religiosas. Cambiaron también las expectativas que tienen los jóvenes en cuanto a vestir un hábito religioso. Si a eso le sumamos el impacto de los abusos sexuales al interior de la iglesia católica no cabe duda que eso impacta. En Chile se han ido conociendo casos y las vocaciones bajan", comentó Marcial Sánchez, doctor en historia y experto en temas religiosos.

COMPARTIR NOTA