Cuando uno ve que un auto va sin frenos al despeñadero, termina cayendo al roquerío. Y como la bencina se desparrama y el roce genera el fuego, explota. Ergo, hay que pasar el auto por pérdida total y cerrar bien el ataúd, porque capaz que no quede ni muerto.

Es pronto para hablar de fracaso, pero hoy podemos hacer cuenta de que ese auto es Mundos Opuestos 2, el piloto es el virtuoso Sergio Nakasone y el despeñadero el rating en baja. Agréguense ustedes como el fuego, el que castiga el mal producto y echa bencina, para no dejar evidencias.

Para cualquier paladar, MO2 resulta un programa extremadamente salado, agrio o dulce. Es como comer charquicán y después puré… con zapallo. Un deja vu.

El alza de Separados, de TVN, no es más que el resultado o un voto de censura para un programa que repitió tal cual su primera versión, salvo que con otros personajes. Poco, pues.

Los elegidos para dar una nueva victoria al 13 tampoco ayudan. Israel sigue generando odiosidades, la colombiana que todos esperaban fiera no tiene garras, no muerde y tiene buenas pulgas. Ni la sobreactuación de Schmidt hace caer al más crédulo de los mortales.

Peor aún. El famoso infierno sería una playa para el más rudo. Ah, y las pruebas… Oiga, muy largas para sacrificar las horas de sueño y llegar con ojeras al trabajo, a la vida real.

Reinvéntese don Naka, mire que está tirando el auto al despeñadero.