"Por favor, no me toque. No dejo que ningún hombre lo haga", dijo de entradita Nora Melo Iribarren cuando un productor quiso besarla en la mejilla como a cualquier chilena.

La mujer de 46 años profesa la religión musulmana hace 3 años. Por eso siempre anda con velo por la calle, porque "es lo que manda el Corán".

Nora ganó un juicio laboral contra la empresa Teleperformance porque, según consta en un fallo de la Inspección del Trabajo de Santiago, fue discriminada por su religión.

"Me trataban muy mal, se reían de mí. Me decían la perra musulmana, la prostituta, porque, según ellos, los árabes compraban a las esposas", relató a La Cuarta la mujer.

La causante de su sufrimiento habría sido su supervisora en el callcenter, que le presta servicios a Vodafone España.

El fallo obligó a la empresa a reintegrar a Nora a sus labores y pagarle una indemnización de 5 millones de pesos.

"Yo no quería plata, sólo pedía respeto y lo conseguí. Espero que este fallo le sirva a otros de mi religión. Para mí el Islam es todo", reflexionó Nora ,quien volvió a trabajar la madrugada del martes.

En la Teleperformance, el jefe de Recursos Humanos, José Miguel Carrasco, aseguró a La Cuarta que el abogado de la empresa Rodolfo Bock se referirá hoy al caso de discriminación.