El pasado aún pena en Colonia Dignidad

Enclave alemán se convirtió en hotel y huéspedes señalan que por las noches ocurren cosas extrañas. "Se oyen gritos a lo lejos y gente llorar", dijo una ciudadana germana que alojó en el recinto.

"Era un país dentro de otro. Fue como volver a los años 60". Con esas palabras el comisario Hernán Villena, subjefe de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI,  recuerda los allanamientos de fines de los '90, en Colonia Dignidad, enclave alemán ubicado a 381 kilómetros al sur de Santiago, que encierra dolorosos recuerdos por crímenes cometidos en el lugar.

La vida al interior del predio de 3.062 hectáreas nunca fue fácil. Los colonos llegados en 1961 se dividían en adherentes del Partido Nacional Socialista, de Adolf Hitler, que querían olvidar la tragedia que les significó la II Guerra Mundial, y los miembros de la Misión Social Privada, culto liderado por Paul Schäfer, quien, al convertirse en amo y señor del lugar, adoctrinó a la comunidad y engatusó a los vecinos de zonas rurales.

"La gente de los alrededores aprovechaba Colonia Dignidad en la parte médica y estudios. El sector tenía muy buenas referencias, pero cuando llega la policía, tomaron de enemigos a la PDI, porque creían que se estaba destruyendo algo que los ayudaba. Todos apoyaban al enclave alemán", dijo Villena, quien se encontró con varias sorpresas en el interior.

"Estábamos tratando de encontrar barretines (depósito de armas) y en la búsqueda hallamos el motor del auto de una persona desaparecida. Ahí se empezó a revisar y nos dimos cuenta que tenían una central donde monitoreaban todo lo que hacíamos. Tenían cámaras ocultas al interior de las piedras y sensores de movimientos", dijo.

Datos como estos yacen en el archivo de la Brigada investigadora de delitos contra los Derechos Humanos de la PDI, compuesto por un millón y medio de fojas con información clasificada de crímenes perpetrados entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990. Su valor es tal, que fue declarado monumento histórico y la totalidad de los documentos serán digitalizados para su preservación y liberación a la ciudadanía una vez que los casos sean cerrados judicialmente.

Respecto de las causas de Colonia Dignidad, las más conocidas son las de crímenes de lesa humanidad, ocurridos tras la caída del gobierno de Salvador Allende y las de abuso sexual perpetrado por Schäfer. Sin embargo, esta última arista no está contenida en estos registros.

"Por el lado de Derechos Humanos se abocó a investigar posibles inhumaciones de detenidos desaparecidos en los predios y los nexos que tenían los colonos con la DINA", explicó el comisario Braulio Abarca.

Las indagatorias por parte de la PDI siguen abiertas, pues aún se investigan torturas y qué pasó con dos personas a las que se les perdió el rastro al interior del enclave.

Pasado presente

La detención de Paul Schäfer en Argentina, derrumbó los muros del hermetismo en Colonia Dignidad. Un importante número de familias regresó a Alemania y encontró refugio en Krefeld, al noroeste de ese país.

En tanto, los que se quedaron en la zona aún luchan por olvidar la pesadilla y abrieron sus puertas para emprender con un hotel y salón de eventos.

El predio se reinventó pero el pasado de dolor aún se manifiesta en el lugar, según el relato de algunos huéspedes.

"Viajé desde Düsseldorf a conocerla. Tiene mucho aire alemán, pero es diferente porque se siente un frío extraño que nunca había sentido", dijo Sandra Curtz, ciudadana germana que recorrió la zona.

- ¿Alguna mala cara? No, la gente sólo quiere olvidar el pasado, pero sí destaco que una noche sentí mucho movimiento, se oían gritos a lo lejos y gente llorar.

- ¿Y qué le dijeron? Respondieron que el terreno tiene malos recuerdos. En Chile, le llaman "penar", me comentaron.

Salo Luna dice que hay mucho dolor en el lugar

Salo Luna fue víctima de los abusos deshonestos de Paul Schäfer al interior de Colonia Dignidad y aseguró que este tipo de hechos "siempre pasan donde corrió mucha sangre y hubo torturas. Es un lugar con mucho dolor, ya que no sólo desaparecieron chilenos, sino también colonos alemanes que murieron por sobredosis de medicamentos. Quedó cargado de energía negativa y de vez en cuando se manifiestan".

Por otra parte, repasó la actualidad que viven las víctimas de Colonia Dignidad y aclaró que "ninguno de los que fuimos abusados somos parte de la indemnización del gobierno alemán. Esos son los colonos que aún viven ahí. La sociedad cree que las víctimas de Schäfer están podridas en dinero, pero es mentira y algunos murieron esperando una reparación".

Además, le indigna que el lugar sea usado como hotel y salón de eventos.  "Dicen que harán una especie de museo de la memoria y, por ejemplo, en Alemania en ningún lugar de estos, tal como el campo de Sachsenhausen, existe la mínima posibilidad de que alguien esté bailando o haciendo una fiesta donde hubo tanta sangre y dolor", remató.

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