Una tragedia aérea sacudió a la comuna de Melipilla, donde un ciudadano alemán de 76 años falleció calcinado en la tarde de ayer al capotar el girocóptero que pilotaba.

La nave ligera cayó cerca de las 15.45 horas en el kilómetro 63 de la ruta que une Melipilla con Pomaire, en las cercanías del aeródromo de la ciudad, donde hacía pocos minutos había despegado el pequeño aparato.

Bunster Mor Gor, el experimentado piloto de la nave del Club Aéreo de Melipilla, murió calcinado al incendiarse el girocóptero.

Al lugar de la tragedia llegaron funcionaros de Carabineros, junto a voluntarios de la 1° y 3° unidades de rescate de la compañía de bomberos, quienes debieron controlar las llamas del amago de incendio que se produjo tras el capotaje de la máquina.

Un fiscal de aviación y carabineros de la 24^a comisaría de Melipilla realizaron los peritajes en la zona.

Un girocóptero tiene un dispositivo parecido al de los aviones, pero su ala es un rotor que gira por la acción del viento.

De esta manera, necesita muy poca energía para funcionar, ya que la hélice se mueve solamente una vez que el aparato ha alcanzado una velocidad suficiente para despegar. En el aire funciona como un ala que da estabilidad a la nave.