Pinilla: "Mis hijos me verán en el equipo de mis amores"

Si estuviera en sus manos, o más bien en las de su tatuador, Mauricio Pinilla ya habría pedido hora para rayar en su cuerá la llegada de ayer a Chile. Que le permitirá cumplir un sueño más esperado que el revolcón de María Elsa y el cura Reynaldo. Jugará en el Bulla luego de una década estirando el chicle.

Es cierto, el Mauri confirmó la noticia a través de un video. Al momento de subirse al avión rumbo a Santiago. Pero así como no es lo mismo un metro de encaje negro que... usted sabe. Tampoco lo es el "hablamiento" que pisar territorio jaguar empapado de chunchismo. Y el "Pini" ayer lo demostró en su día más intenso de los últimos años.

A las 8.15 arribó el vuelo de Air France. Y pasadas las 9 de la mañana el delantero salió del aeropuerto en compañía de su esposa Gisella Gallardo. Fue el papi del futbolista, Ricardo Pinilla, quien lo fue a buscar a Pudahuel. Para luego llevarlo a casa, desayuno, una duchita y un tuto reponedor, para ir más tarde al Estadio Nacional.

"Estoy muy contento, feliz, esto lo esperaba hace muchos años, tres o cuatro que buscaba esta posibilidad. Feliz por mi familia, por mis hijos que me verán jugar en el equipo de mis amores. Vuelvo a mi casa, siento que es una chance única", explicó "Pinigol" entumido, quien previamente salió a lo rockstar entre tantas selfies de la pípol.

¿En qué etapa lo pilla este remember? "Excelente, creo que en lo sicológico y en lo físico estoy en uno de mis mejores momentos, contento e ilusionado. Ayer miraba a mi mujer y le decía que se cumplió un sueño que esperaba hace muchos años", explicó el ex Genoa, que también tenía otra razón poderosa pa' regresar a Chile.

Pizzi casi se topa con Pinilla en el aeropuerto

Fíjese que antes del arribo del Mauri, apareció en el aeropuerto Juan Antonio Pizzi, quien al ser consultado por el chunchismo del delantero, comentó que "los jugadores tienen que tratar de actuar el mayor tiempo posible. Eso me viene bien", a propósito de una posible convocatoria a la Roja.

¿Y qué contestó Pinilla? "Gran parte de esta decisión también pasó por eso, por recuperar la Selección y jugar el próximo Mundial", tiró el crack de 33 años, que será presentado el martes en el Centro Deportivo Azul.

Ya durante la tarde, el artillero apareció en Ñuñoa, aunque fue un poquito atrasado. Claro, porque el delantero, quien arribó en compañía de su hijo a quien llevaba en brazos, entró al estadio cuando los azules ya habían embocado la primera pepa. Y si bien los hinchas se empujaron para tomarse una foto, el Pini a lo rockstar accedió a todas las selfies que le pidieron y luego vio la mocha desde un palco en compañía de Jean Beausejour.

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