La muni de Santiago celebró en la Plaza de Armas el día de la comida chilena con una muestra de porotos elaborada por cuatro grupos de cocineros.

En los puestos se instalaron ofertas de diferentes tipos de preparaciones como la ensalada de porotos que estuvo a cargo de los chiquillos del Inacap, y fue un exitazo.

Los expositores que más llamaron la atención presentaron un poco conocido tipo de poroto denominado Pallar. La gracia de la desmesurada legumbre es su tamaño, porque es casi diez veces más grande que una semilla normal, pero el sabor es el mismo.

José Sáez (en la foto) es chef del restaurante "Raúl Correa y Familia" y nos contó que el poroto mutante es cada vez más consumido en nuestro país y se puede encontrar fácilmente en ferias libres y supermercados.

En cuanto al precio, el cocinero explicó que es alrededor de 200 pesos más caro por kilo que el resto, y que mucha gente los confunde con habas.

El plato que Sáez preparó fue porotos con riendas que le llevó las legumbres gigantes con longanizas y costillar de chancho.

Para callado le preguntamos si había alguna fórmula para atenuar la sonoridad que nos invade luego de comer porotos, pero él fue honesto y dijo que lamentablemente no.

“Quizás un poquito de agüita de mejorana podría disminuir los efectos, pero son parte de la naturaleza del producto”, confesó.

En otro puesto se instalaron los cabros del DuocUC que hicieron porotos con luche; un alga que los cocineros definieron como "la lechuga marina" que muchas veces reemplaza a la carne por su gran cantidad de proteínas y vitaminas.

Sus amigos del Casino Express se lucieron con unos porotos con mote cuya gracia fue la lenta elaboración del manjar que fue reposado durante toda la noche en una olla de greda con una pata de chancho.

La alcaldesa de Santiago probó todas las preparaciones con entusiasmo, pero siguió igual de flaquita, por lo que muchos alabaron su privilegiado metabolismo.

Carolina Tohá dijo que "al celebrar a la comida chilena estamos celebrando la identidad de nuestro país". También aprovechó de llamar la atención sobre la mala calidad de la alimentación de nuestros niños que los tiene convertidos en obesos por la comida chatarra.

Al final del brillo la gente se abalanzó a las frutas y verduras puestas de adorno y... ¡se las pelaron!