Comenzó la cuenta regresiva. Mientras hombres, mujeres y lolería se aprestan a participar el domingo en el Maratón de Santiago, la ciudad toma resguardos y el Metro anunció el inicio de sus operaciones para las 7 de la matina.

Sin embargo, mandarse flor de trote no es papa. Los doctores aseguran que hay que prepararse a conciencia. Esto significa hacerse una completa evaluación médica (Electrocardiograma, Test de Esfuerzo y Holter de Presión) antes de dar las zancadas, lo mismo que entrenar de manera adecuada.

Este tipo de pruebas tiene una alta exigencia física y uno de los puntos a considerar es fijarse objetivos realistas, ya que pocas personas podrán recorrer los 42 kilómetros que cubre la ruta completa.

Para la kinesióloga Priscilla Morales, de Clínica Ambulatoria DarSalud, "lo adecuado es un entrenamiento de largo tiempo y no pretender que en dos o tres semanas lograremos las condiciones físicas para realizar un esfuerzo de la magnitud de un maratón".

Para no dar jugo a la hora de la largada, tenga presente que:

La falta de entrenamiento y la sobreexigencia son peligrosas, ya que el riesgo de sufrir lesiones, especialmente en tejidos blandos, se incrementa.

El consumo de líquidos puede definir el término de la prueba. Es fundamental la hidratación antes, durante y tras la carrera, ya que permite un buen rendimiento, al lograr el equilibrio isotónico e isoeléctrico necesario para prevenir un desgaste prematuro.

La alimentación debe ser en base a carbohidratos y baja en grasa. Además, debe consumirse gran cantidad de cereales, pasta, fruta y verdura.

El día de la corrida es ideal una dieta rica en frutas, cereales y jugos, ya que entregan carbohidratos de uso rápido.

El calzado es vital para evitar o minimizar las lesiones. La zapatilla debe ser cómoda, con buena amortiguación y apoyo del pie. La normal (tipo tenis, blanca, dura, de suela gruesa), está descartada.