Tatitas en forma: ahora se peinan con WhatsApp y emoticones

Meterse al Whatsapp, ver que la persona con la que quieres hablar lleva varios minutos "escribiendo" y finalmente recibir un "hola" es una señal inequívoca de que algún papá aprendió a usar recién esta famosa red social.

"Me falta mucho todavía por aprender. Sé leer los mensajes, pero tengo los dedos muy gordos. Uno de mis hijos, que me tiene más paciencia, me ayuda harto", confesó Héctor Rubilar, de 77 años.

Este contratista en obras civiles no es el único adulto mayor que se lanzó a la piscina. Hoy hay muchos que les piden ayuda a algún hijo o familiar cercano.

Eso fue justamente lo que hizo María Muñoz (63), quien vio que estaba el taller Renacer Digital, de la Fundación Telefónica, y no dudó en inscribirse.

4 horas duran los cursos, donde le enseñan a sacar fotos, compartir imágenes, actualizar la agenda telefónica y aprender a usar Whatsapp.

"Estaba nerviosa el primer día. No entendí mucho al principio, así que fui a cuatro clases. Me sentía como en casa, porque los profes son muy pacientes", relató.

Olga Alarcón, gerente de Fundación Telefónica, reveló que "hemos tenido más de 200 participantes. Muchos se sentían aislados de su entorno, de su grupo familiar, que ya ahora la mayoría tiene grupos de Whatsapp donde hablaban".

GRATUITOS

En el taller, que dura cuatro horas y que parte en marzo nuevamente, le enseñan a actualizar la agenda con la numeración correcta (o sea, agregar el +56) y luego ya comienza lo más difícil: .

La última patita, la más difícil, es aprender a usar Whatsapp. Ahí, el último desafío es mandar un mensaje a algún familiar.

"Le tuve que escribir a mi hijo y decir que había aprendido. Me respondió: qué bien mamita, que le sirva, fue algo muy bonito. Ahora tengo hasta grupo de whatsapp, he aprendido harto", contó con una sonrisa María.

Para ella, usar el celu para algo más que sólo llamar le abrió un nuevo mundo. "Les mando muchos mensajes a mis nietos. Puedo mandar fotos y emoticones", relató.

200 personas participaron el 2017. Este año, la  Fundación Telefónica espera realizar talleres en Santiago y regiones.

Héctor, quién también participó de uno de esos talleres, confesó que aún le cuesta: "Uso lentes, entonces a veces si no estoy con ellos no puedo leer lo que me mandan. Me cuesta escribir, pero ahora llegaron unos lápices que creo que compraré. Le pongo empeño para aprender".

Olga aseguró que nota más deseo de los adultos mayores en aprender. Por eso, han llegado personas de 50 hasta 92 años. "Los que más vienen son matrimonios. Le entregamos una libretita para que tomen nota y puedan repetir su asistencia, por si quieren reforzar".

Agregó que los talleres son gratuitos para todos los usuarios "seniors", independiente de su compañía.

Una ayuda que María agradece, sobre todo porque ahora está "conectada" con el mundo. "En mi antiguo trabajo todos sabían usar Whatsapp, así que ahora puedo conversar con ellas y con otras personas. Estoy al nivel de los más jóvenes y lo mejor es que puedo conversar con mi hijo y nietos que viven en Linares".

LOS MÁS VENDIDOS

Hoy en día son pocas las personas que no tienen un celular. En el caso de los adultos mayores, la cosa tampoco es muy distinta. Cada vez son más los que se la juegan por un celu más moderno.

Olga Alarcón, gerente de Fundación Telefónica, relató que "hace algunos años eran reconocidos por ser usuarios tradicionales, de usos básicos como la voz, hoy nos sorprenden por su gran interés por estar comunicados e informados".

Agregó que "hoy tenemos clientes que han pasado de los celulares básicos a utilizar smartphones, donde buscan celulares con pantallas grandes para poder ver y enviar contenido multimedia, compartirlo a través de las redes sociales más populares (como WhatsApp y Facebook) y tomar fotografías".

La experta afirmó que también "les gustan mucho los equipos con formato "clamshell" (almeja), con un teclado físico y un tamaño grande en los textos e íconos".

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