Fue a mitad del año 2007 cuando Universidad de Chile instaló el modelo de la concesionaria en el club. Azul Azul tomó el mando del equipo universitario y en casi una década apostó a distintos técnicos. Algunos muy exitosos y otros que pasaron sin pena ni gloria.

Con el arribo a Chile de Ángel Guillermo Hoyos ya son doce los técnicos de la "U" bajo el sistema de las sociedades anónimas.

¿Cómo le ha ido a los entrenadores en este periodo? Acá te dejamos la lista en donde el ex profe de la selección boliviana pretende anotarse con más éxito que varios que guatearon.

A SABER

Arturo Salah (2007-2008): Azul Azul quiso empezar su periodo con un deté probado. Sin embargo, el sistema de Playoffs no le permitió llegar más lejos. Quedó en semi en el Clausura 2007. En el Apertura 2008 y después recibió la PLR cuando funó en cuartos del Clausura 2008.

Sergio Markarián (2009): Conocido por su estrategias ratonil, don Marka le devolvió los festejos al Bulla. En Calama consiguió campeonar tras cinco añitos. Además no dio tanto en la Libertadores. Pese a eso, su fútbol nunca sedujo a toda la institución y viró rapidito.

José Basualdo (2009): Brillar en el Chago Morning fue el cartel pa' que el ex Boca Juniors se transformara en la primera apuesta arriesgada de la concesionaria. El dramón fue que "Pepe" nunca prendió. Se fue con uno de los rendimientos más bajos en la historia de la U.

Gerardo Pelusso (2010): Nuevamente un uruguayo se calzó el buzo y su paso será recordado por una notable Copa Libertadores, donde cayó en semis pese a que todo parecía favorable. Tras eso el rendimiento no salió del cornetismo y también viró sin coronas pa' lucir.

EL EXITOSO Y LOS QUE GUATEARON

Jorge Sampaoli (2011-2012): El gran acierto de la década y quizá de la histora del Romántico fue Minimí. El pelado se quedó con el primer tricampeonato pal club y a ello le sumó la Sudamericana 2011. Todo el brillo lo llevó a asumir en La Roja y luego de una polémica salida.

Darío Franco (2013): Pagó caro el exitismo tras la era Sampaoli y nuna convenció. Le ganó la Copa Chile a la Cato en Temuco. Después de eso pasó sin pena ni glora y terminó recibiendo la PLR poquito antes de perder la Supercopa frente a la Unión Española

Marco Antonio Figueroa (2013-2014): Azul Azul cachaba con la chichita que se podía curar. Sin embargo, igual se la jugó y fichó al dolape. El deté tuvo roces con los jugadores y será recordado por la brígida pelea que tuvo al aire con Fernando Solabarrieta en una transmisión por Copa Libertadores. Lo fueron durante el Clausura 2014.

Cristián Romero (2014): Tras la salida del Fantasma asumió un interinato y se quedó. Sin embargo, el equipo empezó una caída libre de la que nunca se recuperó. Recibió la PLR y hoy ni siquiera sigue en el club.

Martín Lasarte (2014-2015): Su paso por la UC no fue impedimento pa' que del CDA le tiraran el anzuelo. El título conseguido en el Apertura del 2014 parecía indicar que se venía un gran periodo en Chile. La golondrina no hizo verano y un 2015 de terror generó que le buscaran reemplazo.

TODO SE DERRUMBÓ

Sebastián Beccacece (2016): Tras varios jugoseos, Azul Azul puso todas sus fichas en el escudero de Sampaoli. Juraban que el chascón la rompería. Pero lo único que terminó rompiendo fue el refrigerador. Entró con la pata ñurda cortando a varios jugadores mientras Lasarte aún dirigía y de ahí en más solo sufrió papelones. Hoy dirige en Defensa y Justicia de Argentina, donde se conmueve con sus nuevos perniles.

Víctor Hugo Castañeda y Luis Musrri (2016): El feo guatazo con Beccacece obligó a echar mano a dos ídolos. Éstos se pusieron el buzo XL pa' tratar de salvar las papas y nunca le encontraron la vuelta al asunto. La Cato los sacó de Copa Chile y aunque se lograron instalar en Sudamericana, no fue suficiente como pa' seguir en el club.

Ángel Guillermo Hoyos (2017): Parte con cierta polémica, pues en Bolivia no cayó muy bien que dejara tirada a la Selección por venirse a Chile. Tras sonar por varios años en equipos chilenos, finalmente tendrá su chances. Solo el tiempo dirá si Azul Azul vuelve a apuntarle.