¡Tenga mucho cuidado con el uso excesivo de gotitas para los ojos rojos!

"El último oftalmólogo que visité por mis problemas me indicó que el uso indiscriminado de gotas podría ser la causa de las úlceras que me aparecieron en la retina del ojo y quistes en los párpados. Lamentablemente, automedicarme me pasó la cuenta. Las gotas fueron un veneno para mis ojos". Así de crudo y real es el relato de Cristián Madrid (46), analista de sistemas, quien, al igual muchos chilenos, día a día perjudican su vista por abusar de las gotitas milagrosas para disimular el rojo del ojo.

Las gotas para los ojos, o también denominadas colirios, "son de venta libre, es decir, se consiguen con facilidad en las farmacias, y no requieren de una receta para ser adquiridas. Al no ser prescritas por oftalmólogos, se cae en lo que conocemos como automedicación, con todos los riesgos que esto genera en los pacientes", alerta Edgardo Carreño Domingo, oftalmólogo del Centro Oftalmológico Carreño.

En palabras técnicas, el ojo rojo es una condición que se produce cuando los vasos que presenta la conjuntiva se dilatan como una respuesta a una agresión, aumentando el flujo sanguíneo en forma de una respuesta defensiva inespecífica. Son varias las causas que inducen la respuesta vasodilatadora, a saber: ojo seco, queratitis, úlceras de córnea, conjuntivitis, cuerpos extraños, blefaritis, etcétera.

"Lo importante es diferenciarlas, para tratarlas de manera específica. De otro modo, sólo estamos combatiendo el signo y el síntoma, pero no la causa en sí que provoca el ojo rojo. Hay, además, causas más peligrosas, como las inflamaciones intraoculares y el glaucoma, que cursan con ojo rojo, pero además con dolor, fotofobia y visión borrosa. Estos cuadros requieren de pronto examen y tratamiento entregado por un especialista", explica Carreño.

Las preguntas que incomodan. En general, los ciudadanos utilizan las gotas vasoconstrictoras para evitar las molestias de estas típicas preguntas: ¿qué tomaste?, ¿mucho computador?, ¿de cuál estás fumando?, interrogantes que, incluso, producen vergüenza. Ante esto, se ha masificado el uso de estos colirios, incluso existen avisos en revistas y en TV que lo avalan.

Inconvenientes

Según el especialista, antes de preocuparse por lo que piense el resto por lucir ojos de conejo, lo primero es preguntarse: ¿estas gotas son inofensivas o tienen efectos adversos? Y la respuesta es que la administración en exceso de ellas puede producir ciertas condiciones que, en definitiva, no son favorables para la salud ocular.

"Los colirios deben administrarse sólo 2 veces al día y cada 12 horas, ya que su uso permanente, al tener conservantes, contribuye a la inducción de ojo seco, que a su vez termina por manifestarse como ojo rojo, es decir, se genera un círculo vicioso. Otra situación peligrosa es la dilatación pupilar ocasionada por estas drogas, pues a veces disminuyen la agudeza visual nocturna y, lo más grave, pueden contribuir a bloquear el ángulo iridocorneal en ojos estrechos, provocando un glaucoma agudo", advierte el oftalmólogo.

Como conclusión, Carreño señala que este tipo de gotas de venta libre producen, a largo plazo, más inconvenientes que otra cosa. "Como oftalmólogo, es importante aclarar que muchas veces el ojo rojo es una manifestación inicial de una enfermedad más profunda. En estos casos, sólo sirve tratar la causa, y de esta forma el ojo rojo desaparecerá. Si algo puede indicarse como paliativo, son las lágrimas artificiales, la primera línea de acción. No habrá un ojo blanco inmediato al usarlas, sin embargo, calmará el cuadro hasta que la persona sea atendida por un especialista".

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