Vendimia de Chillán hizo brindar a Ñuble

El evento mostró en comunidad los mejores mostos de la región. "Queremos que el turismo sea motor de desarrollo", aseguró Luis Zarzar, el alcalde de la histórica comuna.

Chillán no es sólo tierra de buenas longanizas, ni exclusivamente la cuna de Bernardo O'Higgins y Violeta Parra. También es el epicentro de buenos vinos y gente experta en celebrar las tradiciones chilenas. Por ello, este fin de semana se celebró la décima versión de la Fiesta Patrimonial de la Vendimia y de su Feria Productiva.

En esta ocasión, y en torno a la Plaza de Armas, fueron 220 stands los que reunieron a viñateros, viñas, artesanos, empresarios gastronómicos y productores locales bajo el lema "Ñuble, aquí nace la historia".

"Esta fiesta es para que los chillanejos, sus familias y los habitantes de las distintas comunas de la región puedan venir a disfrutar de lo mejor de nuestra tierra. También para mostrar nuestras costumbres a las nuevas generaciones, que serán los que construyan la ciudad", comentó el alcalde de Chillán, Luis Zarzar.

En la ocasión, las autoridades regionales aprovecharon de destacar el gran significado en el turismo que significa esta Vendimia, especialmente para una región que tiene como carta de presentación centros turísticos en la cordillera y en las zonas costeras.

"Junto al Gobierno y a través de Sernatur, queremos que el turismo sea uno de los motores de desarrollo regional. Es por ello que asumimos el liderazgo en la promoción y difusión de nuestros atractivos turísticos, poniendo énfasis en la hospitalidad en emprendimientos enológicos, gastronómicos, rurales, aventura, montaña y Reservas Nacionales. Tenemos una región privilegiada, hermosa, segura, con gran potencial en capital humano capaz de poner a Chile en marcha", comentó Andrés Arias, director Regional Sernatur de Ñuble.

Al mundo

La vendimia de Chillán reunió a los mejores exponentes de mostos del valle de Itata, entre los que se cuenta la Viña Jardúa, una empresa familiar que busca darle identidad local a sus cepas.

"Los vinos que se producen acá no se ven en el resto del mundo y es importante que la gente valore el producto de su tierra", comentó Carlos Jardúa, uno de los dueños de la viña.

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El "Rey de las pipas" quiere dejar su legado 

Tener una pipa personalizada, de la que fluya cualquier tipo de mosto en un evento social, es el sueño de cualquier parrandero. Por lo mismo, a Juan Suazo se le prendió la lámpara y creó un producto artesanal que soporta hasta cinco litros de cualquier copete. Sin embargo, el hombre asegura que muchos le celebran el producto, pero las ventas no son tantas como quisiera.

"Es una lucha eterna la que tenemos los artesanos, no solo en Chillán, sino en el país entero. No se reconoce el esfuerzo que hay para construir estos productos. Es una pipa que sirve para cualquier licor y me han contado que en algunos eventos bajan varias", comentó el chillanejo.

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La familia de "Prócer" crece como la espuma  

De los 200 puestos de comida y artesanía que dieron vida a la Fiesta de la Vendimia de Chillán, los locales de cervezas eran por lejos los más demandados, especialmente el de la chela local "Prócer".

El negocio comenzó en 2013 como una aventura familiar con la intención de darle un brebaje nuevo a la ciudad con toques gringos, pero con productos de la zona. "Nos atrevemos a mostrar algo nuevo, con identidad de Chillán, para que la gente la pueda reconocer en todos lados. Esta cerveza no la vendemos como michelada, porque queremos que se sientan representados al beberla", comentó Camilo Carrasco, uno de los dueños de la fábrica de espumosas.

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Don Ramón repartió las presas de cordero

Entre las distintas variedades de vinos, cervezas y pipeños, Ramón Sobarzo se animó a montar una parrilla de tres metros donde llegaban todos los parroquianos a engañar la tripa después de beber como si no hubiera un mañana.

"Acá los recibimos a todos, nuestro rol es fundamental, ya que debemos dejarlos llenitos para compensar el efecto del vino", comenta el hombre, que en diez años se ha transformado en uno de los exponentes destacados de los buenos asados de cordero y cerdo en la Región de Ñuble.

"Esta fiesta de la Vendimia une a las personas para disfrutar y es un orgullo que se hagan filas para comer nuestra carne", se cachiporreó don Ramón.

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