La mejor noticia que recibió La Roja y concretamente Eduardo Berizzo con la mirada puesta en la segunda fecha contra Colombia, lo pensamos todos, era que Alexis Sánchez, en principio el futbolista diferencial de este equipo y que inesperadamente se bajó del estreno en Uruguay por una anemia, podría estar desde el arranque. Ante el desafío de recuperar la memoria frente a uno que se percibe como rival directo en el objetivo Mundial, el desequilibrio del “Dilla” parecía crucial para evitar una catástrofe.

Pero aunque Chile estuvo lejos de padecer el encuentro contra un elenco cafetero que apenas se asomó por el pórtico de Brayan Cortés, no tuvo la claridad para imponer sus términos ni romper el cero. (Además el VAR ahogó el grito de gol que había conseguido Guillermo Maripán por un offside al límite cerca del final).

Alexis, lastimosamente tampoco fue relevante: chocó contra el muro colombiano que presentó Néstor Lorenzo con la dupla Lucumí-Mina y luego Lucumí-Sánchez. Su partido, de algún modo, fue el mejor retrato de sus últimos meses, sin disputar apenas minutos, a la espera de concretar su firma en algún equipo de Europa.

Y tal vez eso se haya advertido mejor en una jugada ahora clave, a los treinta y ocho minutos del primer lapso, cuando Ben Brereton superó a su marcador por la banda izquierda y sirvió el tanto al tocopillano, pero si bien solo bajo el arco, éste no pudo darle la dirección que buscaba. En rigor, Sánchez ni siquiera le entró bien a la pelota. La reacción del guardameta colombiano al córner pareció de más.

Para Juan Cristóbal Guarello, que lamentó el insólito yerro en la transmisión de Radio Agricultura, de ahí viene la explicación:

“Lo que le pasó a Alexis, la falta de precisión y seguridad… ahí están los tres meses sin jugar”, resumió. “La jugada de Brereton es espectacular, cómo gira y se saca al rival, y mete la diagonal. Generoso, porque venía de la Championship y es una competencia que es ultracolectiva. Era gol. Tome hágalo”.

Más tarde, el periodista añadió que eso es lo que ocurre “cuando un jugador no tiene seguridad ni confianza”. “Alexis ha demostrado que viene sin fútbol, ha tenido chispacitos, pero ha estado un par de segundos más bajo de velocidad. ¡Se perdió un gol cantado!”.

Es más, se preguntó: “¿Qué pasaría si en este partido tuviéramos al Alexis del Olympique? Por lo menos iríamos 1-0, más un par de jugaditas de Sánchez”.

Al cierre, sobre la oportunidad que marró el goleador histórico de La Roja, Guarello insistió en que “era un tome y hágalo de Brereton”.

“Sánchez sin fútbol, porque es su primer partido desde el amistoso contra Bolivia, el primero en casi tres meses, con pocos entrenamientos y sin pretemporada ni competencia, está poco fino. Sin seguridad frente al arco intenta evitarse el lío con borde interno y le sale medio mordido”.

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