Deben ser contados con los dedos de una mano los compromisos en la historia del fútbol chileno que han supuesto un dolor de cabeza tan grande para la ANFP como el de la Supercopa que adeudan, desde 2024, Colo Colo en su condición de campeón local y Universidad de Chile, campeón de Copa Chile.

Sin fechas disponibles por entonces, el enfrentamiento comenzó un proceso de postergación que recién ocho o nueve meses después parecía haber llegado a su final: ayer, con una serie de restricciones que permitirán sólo a unos pocos asistir —padres, cercanos e hinchas del fútbol formativo y otro sector específico para simpatizantes mayores a 55 años enrolados en el Registro Nacional de Hinchas—, se anunció la venta de entradas.

Pero ahora, informó radio ADN, la postura que adoptó el cuadro universitario amenaza nuevamente su concreción:

“Si a la ‘U’ se le permite seguir en Copa Sudamericana, se opondrán a disputar la Supercopa contra Colo Colo el domingo 14 de septiembre. Dicha situación ya habría sido advertida a la ANFP por parte de los azules”.

Hay un motivo, claro.

Si Conmebol castiga a Independiente, como estima que ocurrirá la comitiva que encabeza en Asunción, Paraguay, Michael Clark, los dirigidos por Gustavo Álvarez “tendrán que viajar a Perú para medirse el jueves 18 de septiembre a Alianza Lima”.

En simple, la Supercopa quedaría muy encima de un partido que se adivina clave para el resto de temporada del Romántico Viajero.

La “U” a la espera

Mientras Independiente modificó su postura inicial de ir por los puntos y la clasificación a cuartos de final y en cambio lo que quiere ahora es jugar el resto del compromiso (a contar del minuto 47), en Universidad de Chile la cuestión está clara: asumirán sanciones económicas y las que afecten seguramente a su público, pero en el aspecto deportivo, sus representantes sostienen que el partido está terminado y que deben avanzar a la ronda de los ocho mejores.