Chileno escaló sin oxígeno el Everest en el día de más "taco"

uan Pablo Mohr conquistó los 8.848 metros sobre el nivel del mar del macizo justo cuando más de 200 personas colmaron la punta, dejando dos muertos. Claro que el gran desafío del montañista es completar cinco "ochomiles" en cien días.

Fue como tratar de tomar la 210 en Plaza Italia un viernes en la noche. Así de hacinado y terrorífico, sobre todo si va el Huaso Lalo o "Pichulotote" al lado, adivine por qué. Eso sí, en lugar de un poco atractivo paisaje "transantiaguístico", el chileno Juan Pablo Mohr vio nieve, hielo, sol y la punta de la montaña más "cotizada" del mundo: el Everest. Y muuucha gente, obvio.

Es que justo el día en que el deportista de The North Face y CMPC se transformaba en el primer nacional en alcanzar la cumbre sin oxígeno suplementario, más de 200 personas abarrotaron el macizo (la jornada más concurrida de la historia, y sólo considerando a quienes escalaron por la vertiente sur), lo que provocó la muerte de una ciudadana india y otro estadounidense.

El punto es que Mohr, que llegó a los Himalayas a principios de abril, subió los 8.848 metros del Everest a las 2:18 am de Chile y quedó más cerca de lograr la meta de cinco "ochomiles" en menos de 100 días. Conquistó también el Lhotse, y ahora le piensa en Kanchenjunga, Gashernburn I y Gasherburn II. El desafío mayor, eso sí, es escalar los 14 montes más altos del globo.

"Después de 24 horas, sin sherpas ni oxígeno, logramos ascender el Monte Everest en una jornada muy intensa. Gracias a mi familia, el motor que me mueve y a todos los que apoyan el proyecto", sostuvo Juan Pablo luego de llegar a la "meta", lo que emocionó de manera especial a Ernesto Olivares, su amigo y deportista (dos veces escaló el Everest, pero con oxígeno).

"Esto se logra con grandes estadías en montañas para adquirir la condición adecuada. Cualquier persona que haya escalado el Everest dice que es una ruta tremendamente larga, pero hacerlo sin oxígeno, habla de una fortaleza mental. Es inédito", explicó Olivares, quien en 2017 estuvo a punto de ser amputado de una pierna por congelamiento.

Sobre la "locura" por subir el Everest, el escalador añadió que "se estima que este año estaremos cerca de las 10 mil personas subiendo en la historia, pero no más del 3 por ciento lo ha hecho sin oxígeno, lo que indica el esfuerzo máximo por alcanzar cumbre que no es trivial, Juan Pablo no está metido en el choclón".

- ¿Qué te parece la demanda, que incluso genera un "taco" hasta la cumbre? El 2014 ocurrió una de las tragedias más grandes de la historia, 16 sherpas fallecieron en una avalancha, y a partir de ese accidente hubo conversaciones para instaurar políticas de seguridad. Se habló hasta de exigir currículo deportivo para dar permisos, pero nada pasó.

- La imagen es surrealista... Claro, y te preguntas... Si estos suben, ¿por dónde pasan los que bajan? Quiere decir que la espera es brutal. Alguien que no está fuerte morirá por hipotermia, fatiga o simplemente porque se mantiene en altitud donde no es posible. Que haya récord de permisos significa que existe un peligro asociado.

Para sus hijos es como jugar en la plaza

Quién sabe si en unos años más, los hijos de Juan Pablo Mohr quieren dedicarse a la pelota y ven como ídolo al Pipe Flores, pero por ahora, el papi -que es apoyado en su desafío de lograr los cinco "ochomiles" por CMPC- les ha inculcado el amor por las montañas, y lo cierto es que salieron seeecos.

Juanpi, Pedrito y Elisa, además de la "patrona" Juana Fernández, acostumbran apañar al deportista en diferentes rutas, y esto ha quedado inmortalizado, por ejemplo, en los ascensos al Manquehue (como si fuera el antejardín de la casa), y la base de las Torres del Paine.

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