Colo Colo se fue dando pena de la Copa Libertadores
Los albos cayeron ante Jorge Wilstermann y no sólo quedaron eliminados de la Libertadores, tampoco les alcanzó para clasificar a la Sudamericana. Más encima, su nivel de juego no le alcanza ni para pichanga de barrio.

Los fuegos artificiales que lanzaron en las afueras del Monumental, cuando ya se había iniciado el segundo tiempo, era lo más prendido del partido que jugaban Colo Colo y Jorge Wilstermann por Copa Libertadores.
Hasta ese entonces, no parecía que ambas escuadras se jugaban su paso a octavos de final del certamen o en su defecto, su entrada a la Sudamericana. Los bolivianos agrupaban gente atrás y los chilenos estaban sin ideas: Leo Valencia no se echaba el equipo al hombro y Esteban Paredes saltó a la cancha del "David Arellano" con los zapatos cambiados.
Pero entonces vinieron los cambios: Nicolás Blandi reemplazó a Valencia y Javier Parraguez ingresó por la leyenda alba. Y así fue que llegó la mejor oportunidad de los blancos: Óscar Opazo lanzó un centro -que se desvió en Ronny Montero- y Blandi la tiró por sobre el travesaño, cuando estaba solo, solo, solo.
Y si la hinchada local se agarraba la cabeza, las noticias que llegaban de Montevideo, hacía que se tiraran los pelos. Es que Peñarol marcaba el 2 a 2 ante Athletico Paranaense y dejaba eliminado al elenco mapuche de ambas competencias internacionales.
El peor momento
Y cuando las malas llegan, nunca vienen solas. Wilstermann quería escuchar los gritos que hicieron famoso a Brayan Cortés en las Eliminatorias y se fueron a buscar su gol.
Patricio Rodríguez encaró por la derecha, luego enganchó hacia el centro y remató con el alma. Menos mal que Cortés responde cuando se trata de competencias continentales y con un manotazo sacó la pelota (65').
Luego Gilbert Álvarez también asustó a Cortés y otra vez desde Uruguay llegaban malas noticias: los aurinegros le daban vuelta el marcador a los brasucas y todo se ponía más cuesta arriba.
La lápida
Y si el Popular ha tenido meses malos, lo de anoche fue un tiro de gracia para un conjunto que ha sufrido demasiado por las malas decisiones de su dirigencia.
Es tanta la nube negra que hay sobre el Monumental que se duermen en un lateral y Moisés Villarroel tomó la regalona, disparó desde fuera del área y un rebote en Branco Provoste hizo que se abriera la cuenta para el conjunto aviador.
Era el minuto 87' y más de alguno pensó que esto era bueno, para que el Eterno sólo se preocupe del Torneo Nacional y así salga luego de la zona de descenso.
Sin embargo, con lo mostrado anoche, no alcanza ni para jugar en Chile. Por lo que Blanco y Negro deberá sacarwse los cocodrilos del bolsillo para traer refuerzos de categoría, si no quiere seguir siendo un muerto caminando.
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