Columna de opinión de Daniel Fuenzalida: "Los excesos del "Pibe de Oro"

In this photo released by Argentina's Presidency the coffin with the remains of Diego Maradona lies in state inside the presidential palace in Buenos Aires, Argentina, Thursday, Nov. 26, 2020. The Argentine soccer great who was among the best players ever and who led his country to the 1986 World Cup title died from a heart attack at his home Wednesday. He was 60. (Argentina's Presidency via AP)
In this photo released by Argentina's Presidency the coffin with the remains of Diego Maradona lies in state inside the presidential palace in Buenos Aires, Argentina, Thursday, Nov. 26, 2020. The Argentine soccer great who was among the best players ever and who led his country to the 1986 World Cup title died from a heart attack at his home Wednesday. He was 60. (Argentina's Presidency via AP)

"Excesos es la palabra que se emplea cada vez que se habla de Diego Maradona".

Excesos es la palabra que se emplea cada vez que se habla de Diego Maradona. Exceso de talento en su época de crack; exceso de carisma y popularidad; por desgracia también exceso de alcohol y drogas, lo que terminó por debilitar su cuerpo al punto de perder la vida a causa de un paro cardiorrespiratorio.

El jugador más relevante de la historia del fútbol mundial se fue. Y con él una leyenda con luces y sombras. Como todos. En ese lado oscuro del cual su entorno cargó, figuran declaraciones que hoy, al tenor del dolor por su repentina partida, salen a corroborar cómo era su enfermedad.

Fue en el año 2017 cuando en una entrevista para la cadena italiana Mediaset de Canal 5 donde confesó cuando probó por primera vez la cocaína. Fue en 1984, dijo, cuando jugaba en el Barcelona: "Tenía 24 años cuando consumí droga por primera vez. En Barcelona. Ha sido el error más grande de mi vida… La droga es el problema más grande, la droga mata. Me considero afortunado por poder hablar de esto. Si hubiera seguido de esa forma, ahora a esta edad ya habría muerto", expresó en aquella oportunidad.

Mujeres, popularidad, fiestas, placeres mundanos que Diego nunca supo detener. En 1991 la prensa mundial se escandalizaba por la suspensión del fútbol profesional por dar positivo en un test de drogas. De ahí hubo detenciones por porte de cocaína, escándalos con armas y sucesivos cuestionamientos a su actuar.

Diego cargaba con la enfermedad de las adicciones y el mundo fue espectador de su deterioro físico. El "Pibe de Oro" mostraba declaraciones erráticas y un físico poco cuidado. De vez en cuando aparecían videos, que morbosamente eran difundidos hasta la saciedad.

Pero Diego parecía estar sobre el bien y el mal; en el Olimpo del juicio popular figuras como él están en otra dimensión. Así lo entendía el mundo, pero no su cuerpo. Todo lo contrario, el deterioro era cada vez mayor y la operación producto de un edema cerebral ya encendía las alarmas sobre la salud del ídolo.

Se fue Diego, pero nos deja una enseñanza. Más allá del oficio, el dinero, la popularidad, las enfermedades no perdonan y en algún momento pasan la cuenta.

Sin afán de pontificar, el mensaje es tomar lo mejor de las personas (Diego es un ejemplo como deportista) y poner el pie en el freno a tiempo ante que sea demasiado tarde.

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