Con La Roja última en las eliminatorias y virtualmente fuera de la Copa del Mundo, Ricardo Gareca presentó una sentida autocrítica:

“Esto es un desprestigio lógicamente para Chile, como selección, y es un desprestigio para mi carrera también. No solamente le afecta a Chile, sino que también a mí, porque yo soy un técnico que ha tenido traspiés en su carrera deportiva, porque no en todos los lugares me ha ido bien, pero vine con una enorme expectativa a Chile. No vine para esto”.

Mañana, lo sabe el Tigre, es la última oportunidad para revertir todo esto. Milagrosa, utópica. Como se la quiera llamar, pero está esa opción. De ganarle a Bolivia en El Alto —y luego a Brasil y Uruguay— y esperar una seguidilla de tropiezos de Venezuela, la propia Bolivia y Perú.

Y para ello, el DT argentino ya tiene más o menos claro el once que buscará dar la sorpresa en la altitud.

Con dos cambios obligados por las suspensiones de Arturo Vidal y Guillermo Maripán, y con otras sorpresas, como el ingreso de Marcelino Núñez, la alineación sería esta:

Brayan Cortés; Fabián Hormazábal, Benjamín Kuscevic, Francisco Sierralta, Gabriel Suazo; Felipe Loyola, Rodrigo Echeverría, Marcelino Núñez; Darío Osorio, Alexis Sánchez y Lucas Cepeda.

El partido, the last chance, comenzará mañana a contar de las 16.00 horas.