Para el periodista, los jugadores también tienen responsabilidad en la crisis extrafutbolística que atraviesa el “Cacique”.
La teleserie de Colo Colo en Brasil, a la espera del partido “más importante del año” según lo describió Aníbal Mosa, anoche sumó tal vez su episodio más insólito: varios hinchas albos ignoraron el castigo que les propinó Conmebol, que los vetó tanto de local como de visita, y se presentaron en Ceará, a los gritos, con fuegos de artificio, incluso adquiriendo entradas. A Fortaleza, ante ese escenario, no le había quedado más remedio que permitir el ingreso de los forofos pero con ciertas condiciones.
Las cosas, sin embargo, cambiaron después del “Hotelazo” —donde, por cierto, el zaguero Alan Saldivia recibió una esquirla de fuego artificial en una de sus piernas—. Fue entonces que el cuadro local se echó atrás y prohibió el ingreso de barristas colocolinos.
En problemas otra vez por culpa de un grupo de “hinchas”, la diferencia es que ahora las críticas se prolongaron también al plantel.
“Una cosa es lo que puedan hacer estos mandriles, y quizá los mandriles piensan más; estos simios, estos termos, estos narcos, estos delincuentes o pseudohinchas, como quieran llamarlos”, se descargó, con rabia, Cristián Caamaño en Radio Agricultura. “Pero otra cosa es que tú como club termines validando todos y cada uno de estos episodios”.
Enseguida argumentó: “Saldivia, ¿se acuerdan cuando va al velorio de uno de estos chicos? Y termina cantando… entonces finalmente los jugadores, que son los que para afuera dicen que necesitan a la gente, piensen para adentro qué están haciendo ustedes para que la gente vuelva al estadio”.
“Al validar estas cosas, los mismos jugadores hacen que la situación contra Coquimbo se vuelva a repetir. Que vayan 18 mil personas al estadio. ¿Por qué fueron 18 mil personas ese día a ver a Colo Colo, si el aforo era de 30 mil? Un sábado a las cuatro de la tarde”.
Se respondió a sí mismo, a modo de conclusión:
“Los miles de hinchas están secuestrados por estos cientos que van a Fortaleza y que de seguro la otra semana van a estar en el Obelisco tirando fuegos artificiales e hinchando las bolas en Buenos Aires, otra vez. Y los jugadores van a volver a bajar, vamos a tener la misma discusión y Aníbal Mosa va a pedir tranquilidad porque están trabajando”.