El exarquero de La Roja se subió al escenario bajo una ovación.
Como fanático del fútbol, hincha confeso del Unión Magdalena y accionista del Fortaleza de su país, Viña le tenía preparada una sorpresa a Carlos Vives: en plena presentación, Rafael Araneda y Karen Doggenweiler se acercaron para avisarle que el excapitán de La Roja, Claudio Bravo, estaba allí, entre el público, que era su primera vez en el Festival y que quería entregarle algo.
Entonces, el bicampeón de América subió entre aplausos al escenario y, luego de un cariñoso saludo, le regaló su propia camiseta, la histórica, verde, con el 1 en la espalda.
“Me encomendaron una misión, nos comentaron que te encantaba el fútbol y espero que te lleves este lindo recuerdo de todo Chile”, fue su mensaje.
Vives, desde luego, agradeció el gesto con un abrazo y enseñando ese pedacito de historia. Las cámaras también mostraron a Marcelo Díaz, capitán de Universidad de Chile, quien llegó hasta el recinto viñamarino para disfrutar del vallenato.
“Perdona por quitarte unos minutos, el artista eres tú”, le dijo Bravo, como de costumbre caballero, antes de volver a su lugar. Eso último bajo una ovación.