A pesar de que el año en el fútbol chileno comenzaría con un Superclásico entre Colo Colo y Universidad de Chile por la Supercopa, finalmente el duelo fue pospuesto y de momento no hay fecha para que se dispute. Es por eso que los Azules y el Cacique tendrán que esperar hasta el 13 de abril para medir fuerzas, cuando coincidan por el Torneo Nacional.

Por esos días, coincidentemente, se cumplen 20 años de uno de los clásicos más recordados de ese siglo, pero no precisamente por el resultado, sino que por una gran polémica que se dio en los minutos finales del encuentro entre Jorge Valdivia y Johnny Herrera.

Y es que el 10 de Abril de 2005 se disputó el enfrentamiento 151° entre el Romántico Viajero y los albos, un choque que tuvo la curiosidad de que los blancos hicieron de locales en el Estadio Nacional por la duodécima fecha del Torneo de apertura de aquel año. El clima era tenso incluso desde antes, por lo que se esperaba un juego reñido.

Incendiarias declaraciones propiciaron una batalla campal en la cancha, principalmente las declaraciones del volante albo Mauricio Donoso, quien cargó en contra de los argentinos de la U, Diego Rivarola y Sergio Gioino. El colocolino calificó de “llorones” a los delanteros trasandinos por su costumbre de reclamar los cobros referiles. Y en respuesta, Rivarola acusó “nerviosismo” por la presencia de dos grandes jugadores.

Un amargo y polémico empate

Ante cerca de 45 mil espectadores, Colo Colo, dirigido por Marcelo Espina salió al campo de juego con la siguiente formación: Claudio Bravo; Moisés Villarroel, Miguel Ramírez, Miguel Riffo, Rodolfo Madrid; Braulio Leal, Arturo Sanhueza, Jorge Valdivia, Mauricio Donoso, y Matías Fernández.

Por su parte, Universidad de Chile formó con: Johnny Herrera; Héctor Santibáñez, Adrián Rojas, Waldo Ponce, José Manuel Rojas; Patricio Ormazábal, Manuel Iturra, Nelson Pinto, Jaime Riveros; Diego Rivarola y Sergio Gioino, con Héctor Pinto en el banquillo.

Los primeros minutos fueron dedicados principalmente para asentarse en el campo de juego, ya que sin mayores chances de gol, el tridente ofensivo del Cacique, compuesto por Donoso-Fernández-Valdivia se adueñó de la posesión del balón.

Pero la ventaja de los albos no se tradujo en goles, y finalmente fueron los azules los que causaron más peligro, usando como principal arma el contragolpe. Fue cuestión de tiempo para que en el minuto 25′ Pinto rematara al arco para vencer a Bravo y abrir la cuenta a favor de los azules.

En el segundo tiempo, el DT del Cacique, quien disputaba su primer clásico, decidió hacer un cambio debido a lo friccionado del partido, y ya que Matías Fernández era uno de los que más sufrió con el juego brusco lo reemplazó, e hizo ingreso el delantero Juan Lorca.

El complemento fue similar a la primera parte, y el contacto físico seguía predominando por sobre la táctica. Finalmente fue el balón detenido lo que llegó en ayuda de los albos, que en el minuto 82′, Donoso ejecutó un tiro libre desde la banda izquierda buscando encontrar algún compañero.

Fue Ángel Carreño quien apareció en el camino para golpear el balón y cambiar su trayectoria, para que se incrustara directo en la red de Johnny Herrera para poner el 1-1 en el marcador.

Fue en ese minuto cuando la situación se salió de control, cuando Jorge Valdivia le gritó el gol en la cara al Herrera, quien reaccionó de inmediato tomándolo fuertemente del pelo durante varios segundos.

Rápidamente la situación escaló y se fueron sumando jugadores, preparadores, y miembros del staff separando o siendo parte de la riña. Fue tal el descontrol que personal de Carabineros debió ingresar a la cancha para separar la pelea. Tras varios minutos, el juez Enrique Osses tomó la determinación de amonestar con tarjeta roja a Valdivia y Herrera en primera instancia, aunque no fueron los únicos. De inmediato Waldo Ponce y Moisés Villarroel también tuvieron que abandonar el campo de juego por su comportamiento.

Ni los técnicos se salvaron ya que Marcelo Espina y Héctor Pinto terminaron de ver el duelo desde las tribunas luego de también ser expulsados, sumando un total de seis suspendidos.

A los 93′, Nelson Pinto tomó descaradamente por el cuello a Rodolfo Madrid y también se fue del campo por doble amarilla, dejando a la “U” con ocho hombres. Pitazo final y el árbitro da fin al encuentro, con un marcador igualado a uno, y que dejó además un saldo de seis jugadores con tarjetas amarillas: Madrid y Bravo; Rivarola, J. Rojas, Iturra, y Riveros.

Una polémica que siguió tras el partido

Pese a que el duelo ya había terminado, las repercusiones continuaron en las respectivas conferencias de prensa, donde los principales protagonistas de la mocha nuevamente cargaron entre sí.

El portero de La U acusó de “desequilibrado” y “no muy normal” a Valdivia. “Compartí con él en la selección y no es una persona muy correcta, no es muy normal. Me parece medio desequilibrado... No tengo nada que hablar con él, solamente lo hago con personas que tienen las cosas claras y que son correctos”, señaló.

Johnny Herrera recibió la mejor parte del castigo, con cinco fechas de suspensión por parte del tribunal de disciplina de la ANFP.

Por su parte, Jorge Valdivia recibió seis fechas de sanción. En conversación con la prensa le bajó el perfil a la situación y aseguró que festejar un gol en la cara del rival es parte del deporte.

“Lo que pasó a veces es parte de un clásico, porque si tú ves en Argentina o en Italia se disputan a muerte y cualquier roce que haya se van a meter todos los compañeros. Y creo que al hincha le gusta que pase este tipo de conflictos”, comentó.

“Son momentos, así como (Nelson) Pinto cuando hace el gol se lleva el dedo a la boca y hace callar a nuestra barra, y pasa por la banca de nosotros haciendo lo mismo. No creo que él esté arrepentido por eso, y yo tampoco, porque no creo que haya hecho algo tan grave al enrostrarle un gol a un compañero de profesión”, aseguró el Mago.

Además, Valdivia aprovechó de responder a las palabras de Herrera con ironía: “Si Johnny dice que yo fui (al siquiatra) tiene que ser así porque es muy inteligente, y todo lo que diga es verdad porque es una persona súper cuerda. Tiene toda la razón, y en la selección es una persona tranquila y honesta como se ve”, indicó.

“Si él dice que yo necesité tratamiento siquiátrico fue porque cuando yo llegué él ya estaba, y por lo que me contaban sus compañeros había repetido varios cursos”, respondió Jorge. Tiempo después se reencontraron en el camarín de la selección chilena y dejaron de lado sus diferencias por el bien del grupo, según señalaron.