“Es insalvable, más allá de salvar la categoría… es un declive total”: el crudo análisis de Jorge Sampaoli por el momento de la “U”

Jorge Sampaoli con uno de los trofeos que consiguió con la Universidad de Chile. Foto: Agencia Uno.
Jorge Sampaoli con uno de los trofeos que consiguió con la Universidad de Chile. Foto: Agencia Uno.

El Sabio de Casilda arremetió sin filtros contra la dirección actual de Azul Azul y, de paso, confirmó lo que muchos hinchas se temían: “Con esta gente yo no podría intentar ayudar a la U”.

En Universidad de Chile hay pocas palabras más autorizadas que la de Jorge Sampaoli. El casildense firmó en los azules una vez finalizada la temporada 2010, en diciembre, casi como un tapado, cuando todos daban por hecha la llegada de Diego “Cholo” Simeone, y aunque en un inicio fue sumamente cuestionado, con el paso del tiempo se consolidó en la banca del “Romántico Viajero”, devino en ídolo y, de hecho, para muchos, en el mejor entrenador de su historia.

Claro, al mando del “Bulla”, Sampaoli cosechó un inédito tricampeonato que incluye la recordada definición del Apertura 2011, cuando superaron a la Universidad Católica con prácticamente todo en contra. Y está, por cierto, la Copa Sudamericana, que la “U” consiguió de manera invicta, con un 88% de rendimiento, dejando en el camino a rivales como Nacional de Uruguay, el Flamengo de Ronaldinho, el Vasco Da Gama de Juninho Pernambucano y a Liga Deportiva Universitaria de Quito en la llave decisiva.

Sampaoli, por supuesto, también se vio beneficiado. Su carrera, hasta entonces carente de títulos, cambió para siempre. La campaña en los azules le permitió luego agarrar a la selección nacional y dar la vuelta en la Copa América de 2015, dirigir al Sevilla, a la selección Argentina, a Santos y Atlético Mineiro en Brasil, y su última experiencia, de regreso en Europa, lo tuvo al frente del Olympique de Marsella.

Como sea, el Sabio de Casilda, como le apodan, se dio el tiempo de conversar largo y tendido este martes con Los Tenores, en Radio ADN, y uno de los temas que repasó fue el escenario deportivo actual de la Universidad de Chile, que por cuarta temporada en línea pelea por no descender.

Su análisis fue contundente de entrada: “El momento de la U es uno de declive total. La responsabilidad de los que lo conducen han llevado al club a un empobrecimiento. Y el peor enemigo que tiene la U es su conducción”.

Es más, para Sampaoli, “atribuir al cuerpo técnico o jugadores es excesivo. La toma de decisiones, de privatización de un club con tanto empobrecimiento... es un final. Es un final del club o de la organización”.

“Me apena ver jugar a la U porque estuve ahí, tengo recuerdos, pero es insalvable, más allá de salvar la categoría. Hay circunstancias de cara al futuro que esta gente no ha revisado. Hay una gran falta de respeto a la gente de la U desde la dirección”, sostuvo más tarde, siempre en la misma línea.

Y confirmó lo que muchos hinchas temían: “Una vez fui a un evento y dije que si me necesitaban, iba a estar, dependiendo mucho de si es manejada por su gente… Con esta gente yo no podría intentar ayudar a la U”.

“Ni siquiera sé donde estaré, pero si alguna vez hay alguien con sentimiento popular y yo pueda ayudar, desde cualquier lugar…, porque tengo mucho agradecimiento a la U. Gracias a ellos tengo la carrera que tengo, pero no voy a ser cómplice de lo que está pasando ahora”, completó.

Más tarde, Sampaoli volvió a darle con todo a Azul Azul: “Digo siempre que la historia te hace mirar mejor para adelante. Hoy quienes representan a la U no han pensado en eso, porque han tomado decisiones de empobrecimiento. No hablo ni del plantel ni del cuerpo técnico, sino de decisiones como club. Hoy se toman decisiones como empresa. Van a tener que dar un gran viraje a esa realidad, porque el que sufre es el hincha”.

“Con la frialdad y con la poca mirada hacia el pueblo de la U que mira la conducción de Azul Azul, me parece penoso. Es muy triste no solo para la U, sino para Chile. Que no haya representatividad, competencia, le hace mal a ustedes, periodistas, la gente y el pueblo. Me parece demasiado, mucho. Ya es mucho”, concluyó.

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