El vicepresidente de Blanco y Negro conversó con La Cuarta sobre todas las polémicas que ha enfrentado durante los últimos meses: asegura estar en buena con Paredes y confía en el profesionalismo del plantel.
El simple ejercicio de escribir Harold Mayne-Nicholls en la sección noticias de Google, le harán creer que el vicepresidente de Blanco y Negro es un hombre polémico.
Esteban Paredes, Nicolás Maturana y el dueño de La Calera, Ricardo Pini, le dedicaron palabras poco amistosas. Pero él no les había respondido... ¡Hasta ahora!
- Tras la polémica decisión de mandar a los jugadores a la Ley de Protección del Empleo, ¿conversó con ellos?
Hablamos por Zoom la semana pasada. Todo muy normal, pero la conversación cara a cara deberá esperar hasta que las autoridades sanitarias nos permitan ir al Monumental.
- ¿A qué le llama "normal"? El presidente (Aníbal Mosa) les hizo ver una serie de temas con respecto a lo que había pasado y que era de dar vuelta la página. Cómo le dije, ya llegará el momento de hablar frente a frente.
- ¿Cuál es la autocrítica que se hace usted o Blanco y Negro tras este triste proceso? Más que buscar el error en todo esto, sentimos que no pudimos buscar un acuerdo. Evidentemente cometimos muchos errores, no sabría decir uno puntualmente, pero nos habría gustado llegar a un acuerdo y no fuimos capaces de lograrlo.
- ¿Cree que esto puede afectar el rendimiento deportivo de Colo Colo? Su pregunta da por sentado que los jugadores no son profesionales y no estoy de acuerdo con eso. Jamás he dudado del profesionalismo de los jugadores.
- Tampoco yo. Pero cuando uno anda enojado con el patrón, por más profesionalismo que haya, la pega no sale igual… Imagino que ese es su caso. Yo toda la vida, esté bien o mal con el patrón, trabajo al 100%. Ahora por lo que deduzco, cuando usted está de mala con el editor, no trabaja igual. Pero no hay que proyectar sus actos hacia otras personas.
Harold y la conversación con Paredes
- Entonces, ¿usted cree que no habrá cambios en su relación con Esteban Paredes? Para mí Esteban es un pedazo de jugador y muy buena gente. El defendía lo suyo y yo una posición distinta. Desde el 15 de agosto defenderemos la misma postura. Para mí, no hay ningún problema con Esteban.
- ¿Habló con él? Por WhatsApp, después de unas declaraciones que hizo.
- ¿Donde fue más conciliador? ¡Así es!
- Otro que alzó la voz contra usted, fue Nicolás Maturana...
Tengo una forma de ser y poseo mi carácter. De hecho, cuando trabajaba en Universidad Católica, trajimos al arquero Johnny Walker y él me bautizó como el hombre de hielo.
- ¿Y eso está bien? Uno es como es. No sirvo para repartir abrazos y después dar cuchilladas por la espalda. Maturana jamás se va a decepcionar de mí porque primero lo abracé y luego lo acuchillé.
- ¿Siente que quedó como el malo de la película? Hice lo que tenía que hacer. Y hay gente que le pareció correcto y a otros incorrectos.
- Ya pero hasta el dueño de La Calera le tira sus balazos... Qué sé yo por qué lo hace. No tengo idea y tampoco me preocupa. Cuando alguien habla mal de mí, no tomo el teléfono para llamarlo.
- ¿No le preocupa que todos le disparen? Aún nadie le ha dado al blanco, por lo que sigan disparando no más.
