Aun sin gozar de los minutos que quisiera en el Real Betis, y con los rumores encima de un regreso pronto al fútbol chileno, Claudio Bravo se las arregló para ser importante en el estreno de Ricardo Gareca en La Roja. De nuevo capitán, a sus 41 años, el arquero fue el número 1 que escogió el “Tigre” ante Albania y ayer en Francia, desplazando a Brayan Cortés, quien había ocupado ese lugar bajo la conducción de Eduardo Berizzo. Como sea, Bravo aportó con lo de costumbre: liderazgo, experiencia, salida limpia. Pero específicamente contra les bleus, quedó la sensación de que pudo hacer algo más en el remate de Youssof Fofana —aunque desviado ligeramente por Igor Lichnovsky— que supuso la paridad a los 18 minutos.

Los críticos de redes subrayaron que tal vez hace unos años, otro Bravo hubiese alcanzado ese balón, que la respuesta fue lenta, acaso a destiempo. Pero palabra autorizada, su excompañero en La Roja, Johnny Herrera, salió en defensa del meta y dijo lo siguiente:

“Cuando te pones mayor te sacan cualquier gol y apuntan al arquero. Cuando estás jugando y eres joven, estás en un buen nivel y te va mejor, se habla del mérito del pateador. En una edad alta apuntan al arquero por viejo”.

De hecho, si bien estuvo de acuerdo en que “quizás hace 10 años, cuando Claudio tenía más impulso, sacaba esa pelota de gol”, para Johnny “hay que quitarle responsabilidad”. “Incluso se desvía”, argumentó.

“En otra vida si estaba Cortés quizás la sacaba, pero tuvo mala pata Bravo. Poco que hacer en los tres goles. Y en el partido anterior no tuvo mucha acción, lo que es malo porque el 99% de la gente te evalúa por eso”, completó el ídolo azul en Todos somos técnicos.

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