La mañana de este viernes, desde la Asociación de Funcionarios del Instituto Nacional de Deportes (ASOFIND) entregaron una noticia que afecta directamente a las aspiraciones de la Universidad de Chile. Resulta que, mediante un comunicado, explicaron que debieron detener una vez más los trabajos que se realizaban en el Estadio Nacional de cara a los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023.

¿El motivo? La rotura de un grifo en las afueras del reducto, que a su vez supuso vaciar la copa de agua del estadio por tercera vez, quedando sin los servicios básicos algunas instalaciones, como el coliseo central, el patinódromo, el centro acuático, el court de tenis o las oficinas de administración.

Así las cosas, informó la ASOFIND, se envió a todo el personal a su casa, toda vez que el plan de contingencia “no satisfacía las necesidades sanitarias básicas para el funcionamiento de las dependencias del Estadio Nacional”.

El organismo, más tarde, apuntó que “se desconoce hasta ahora si el Instituto ha cursado multas a la empresa por estos perjuicios, que de continuar ponen en peligro la realización de eventos programados en el recinto, como el Clásico Universitario de la próxima semana”.

“Hasta hoy en la mañana, aún no se reparaban las filtraciones, ya que el material de los ductos (rocalit) no es fácil de encontrar ni instalar. De no ser así, se deberá recurrir a un plan de una mayor envergadura, lo que retrasaría aún más la posibilidad de que los funcionarios vuelvan a sus funciones”, cerraron.

De este modo, el peligro de que el encuentro entre azules y cruzados no se pueda disputar en el principal coliseo del país es real.

Se trataría de un nuevo golpe para la Universidad de Chile, justo cuando en las últimas horas la buena nueva se relacionaba con el aforo que podría recibir el enfrentamiento en Ñuñoa: 23 mil hinchas en las gradas.

Mira aquí la advertencia: