“La vida me quería fuera del arbitraje”: la reflexión de Cindy Nahuelcoy tras alejarse del fútbol

Cindy Nahuelcoy entendió que tenía que alejase del arbitraje.
Cindy Nahuelcoy entendió que tenía que alejase del arbitraje.

La ex jueza confesó que quiso empezar de cero en su profesión, pero se le fueron cerrando las puertas.

Luego de que Cindy Nahuelcoy fuera sancionada por un escándalo dentro del arbitraje nacional, a la jueza se le castigó con 30 partidos sin dirigir en el profesionalismo, lo que la llevó a tomar la decisión de alejarse forma definitiva de la disciplina y firmó su autodespido de la ANFP.

Ahora, la mujer de 35 años se sumó a las filas de ¿Ganar o Servir?, en nuevo reality de Canal 13 que comenzará a ser emitido el 21 de abril, y en conversación con Las Últimas Noticias, la emprendedora se refirió a lo mal que lo pasó luego del duro castigo que recibió y lo que generó en su vida.

“Tenía depresión. El dolor que sentía por el castigo era tan grande que pasaban los meses y no dejaba de sentirlo”, señaló Nahuelcoy. “Lo único que quería era dormir, pensaba que no tenía otra salida. Hubo veces en que no pude pararme de la cama porque se me contracturaba el cuerpo. No podía ni comer”, agregó.

Ya dio vuelta la página

Con esta nueva aventura en la televisión, Cindy tiene la confianza en que le servirá para su negocio en la comuna de Pudahuel, donde tiene una botillería. Además, espera cerrar de una vez la dura etapa que enfrentó tras ser castigada por la ANFP, ya que se vio emplazada a desertar de su profesión.

“Había logrado vencer el miedo a volver. Quería partir de cero, pero vinieron situaciones muy duras: me cambiaron los horarios de entrenamiento, no podía practicar con el grupo de primera división, me eliminaron de los chats y así más cosas. Fui muy valiente al tomar esa decisión. ¿Cuánto más iba a esperar?”, contó a LUN.

También, la ex árbitra reconoció haber tenido que pasar por tratamiento sicológico y siquiátrico para superar la depresión luego de alejarse de su trabajo. “Siento que me saqué un peso de encima, que me liberé”, señaló.

“No siento esa rabia de cuando me sancionaron. Siento que las cosas pasan por algo. Hoy entiendo que la vida me quería fuera del arbitraje, que yo me conociera más allá de ser árbitra. Me di cuenta de que podía ser otras cosas también. Entré en depresión porque mi vida era el arbitraje y nada más. Sentí que Cindy tenía muchas cosas más por demostrar”, concluyó.

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