La historia de Mauricio Pinilla con Azul Azul comienza a llegar a su fin, al menos en la primera parte, luego de que el Juzgado de Letras del Trabajo de San Miguel acogiera la demanda laboral presentada por el delantero, tras de su polémica salida de la Universidad de Chile.

En ese sentido, según la comunicación que salió desede el tribunal, "se decretó que Azul Azul S.A. debe pagar al demandante $147.454.616 por indemnización adicional y $313.341.059 por concepto de lucro cesante", una cifra que se acerca a los 500 millones de pesos ($460.795.675).

En ese sentido, la magistrada Alondra Castro Jiménez aseguró que "efectivamente la denunciada vulneró la libertad de trabajo del actor y al Derecho a la Libre elección, con el despido verbal que materializó con fecha 31 de julio de 2018 en conferencia de prensa, impidiendo con ello la libertad de acción del demandante, pues incluso al día 7 de noviembre de 2018, aun lo mantenía registrado como un jugador de su plantel, impidiendo incluso la posibilidad de materializar nuevas contrataciones con otros clubes deportivos, como el Club de Fútbol Rojinegros, S.A. de C.V., mayormente conocido como Atlas Fútbol Club o Atlas de Guadalajara".

La resolución también dejó en claro que se afectó la honra de Pinilla al hacer público el despido en conferencia de prensa. "En tal escenario -consigna el fallo- y conforme lo prescribe el artículo 489 del Código del Trabajo, ésta sentenciadora aplicará la sanción que contiene dicha norma, regulando la misma en 8 remuneraciones, considerando para ello las vulneraciones que han sido afectadas".

La otra cara

Por otro lado, con sorpresa tomaron la resolución en Azul Azul, donde adelantan que presentarán un recurso de nulidad y que los abogados llevarán adelante las acciones para revertir esta situación.

"La verdad es que nos sorprende mucho el fallo, porque insistimos que el club actuó como correspondía. Mauricio trajo una oferta de Colón, nos pidió que llegáramos a un acuerdo con el club argentino. Él por su lado también negoció lo que le correspondía. Las tres partes firmamos el traspaso de los derechos económicos y federativos. Sorpresivamente se arrepintió dejándonos en una situación incómoda. Es lamentable porque confiamos en la palabra de Mauricio. Los pasos legales a seguir continuarán en manos de nuestros abogados", comentó Pablo Silva, director ejecutivo de Azul Azul.