"A mis jugadores les digo que el árbitro no tiene la culpa"
Patricio Polic dejó el fútbol hace ocho meses y hoy se dedica de lleno al balonmano, donde saca el "Pablo Guede" que lleva adentro. Y si bien le apasiona ser DT, no descarta asumir como dirigente de la Federación.

Rudo, serio, imparcial. También, un poco frío. Casi una máquina programada para repartir tarjetas. ¿Emocionarse con una teleserie? ¿Con el réclame donde hay que buscar la simpleza de las cosas y saber mirar al interior? Se supone que no. Pues bien, eso y más es lo que se dice de un árbitro, pero la realidad es distinta.
Ejemplo de aquello es lo que pasa con Patricio Polic Orellana, quien fue juez FIFA desde 2010 y que se retiró del profesionalismo hace ocho meses. Sí, tuvo que demostrar cuero de chancho cada vez que le llovían las críticas por sus cobros, pero junto a la imagen del silbato en su boca, también había un maestro oculto, luciendo su lado más humano.
"A veces en el Canal del Fútbol hablaban del 'profe' y contaban mi historia", explicó a La Cuarta el hombre de 45 años, que dejó el arbitraje en el partido entre Melipilla y Vallenar, en la final de la Segunda División. Y ahí, por fin, pudo dedicarse por completo a su otra pasión: el balonmano. Incluso, dirigió a la selección femenina de Biobío en los Juegos Deportivos Nacionales y Paranacionales, en 2015 y 2017.
"Ha sido satisfactorio dirigir a las chicas. Desde la época en el Colegio Francés en Conce que me relaciono con ellas. Prácticamente trabajan mejor que los varones y el crecimiento en el ámbito femenino ha sido grande. Además, el balonmano ha ido a mundiales y es uno de los deportes con más futuro", explicó Polic, quien lleva más de 25 años en la actividad.
De hecho, fue en la Universidad de Concepción donde empezó el romance, en 1991. "Me inicié como un alumno más y llegué a la Selección. Más tarde comencé a especializarme, con técnicos españoles. Viajé a algunos países, como Argentina y Brasil, y el curso oficial de entrenador lo hice en España, en 2006-2007. Al final creamos la Liga Sur, que después fue la Liga Regional", explicó Polic.
-¿Y ahora en qué estás?
- Formo parte del cuerpo de trabajo de la Asociación Pencopolitana de Balonmano, estoy con la selección infantil de la Región del Biobío y la selección de la Universidad Católica Santísima Concepción. También soy técnico del club Vieux Gaulois (Viejos Galos), que nació bajo el alero del Colegio Francés.
-¿Costó dejar el arbitraje?
- Para nada. Cuando no tenía asignado un partido, me tocaba balonmano. Además, tengo hijos de 14, 5 y 3 años, necesitaba tiempo para ellos. Me perdía cumpleaños, a veces tenía que viajar al extranjero. Estoy agradecido de la actividad, pero necesitaba tiempo para la familia.
-¿A veces te descontrolas dirigiendo?
- Sí, pero ante un cobro me acuerdo que soy árbitro, que somos humanos y nos equivocamos, no existen errores porque uno quiere. Soy súper apasionado cuando dirijo, me paso de revoluciones, grito más de la cuenta, así que trato de controlarme rápidamente.
- Como pecas, pagas…
- Jajajá, tengo que calmar a mis jugadores. Les digo que el árbitro no tiene la culpa, que analicemos nuestras jugadas. El error es parte del juego, y si hubiésemos sido más efectivos, no estaríamos quejándonos. A veces reclamo, pero trato que sea lo mínimo.
-¿Ahora eres un desconocido?
- Fueron muchos años, me reconocen igual, me piden fotos. Además, viajo harto. Estoy de instructor arbitral en el sur y hay una capacitación de FIFA para instructores, estoy invitado también a hacer el curso con profesores de todo el continente, así que seguiré aportando en la disciplina.
- ¿Y te gritan pesadeces aún?
- Hay de todo. Cuando juego fútbol en el barrio me pasa más, pero me dedico a jugar, a entretenerme. Contaría con los dedos de la mano las situaciones desagradables en la calle.
-Te recuerdan los errores…
- Claro, pero uno sabe que se equivocó, si hubiese existido el VAR habría sido feliz. Y aunque no lo creas, no es necesariamente el partido de la UC y Osorno el que me recuerdan. Pero ya está, me fui feliz del arbitraje y ahora desarrollo una profesión que me encanta.
-¿Algo que aparezca en tu futuro?
- Me gustaría dirigir a la Selección Nacional, pero el tema es la distancia. También me han sondeado para ser dirigente de la Federación. Me gustaría, no dejo de pensar que es oportunidad a futuro, se pueden hacer muchas cosas. Tengo experiencia para poder aportar.
-¿Molesta cuando los camisetean por un equipo en el fútbol?
- Nooo, uno trata de ser profesional, da lo mismo a quién le arbitres, el color. Mi equipo es la Selección, pero claro, también tenía mi gusto, hay un sentimiento. Nos pasa a todos.
-Tu hijo mayor es Ilian Milován…
- Sí, y practica balonmano y remo. Los otros son Dusan Milán y Zlatan Alen.
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