Luis Suárez no solo es reconocido en el mundo del fútbol por sus gloriosos años en la élite del fútbol europeo, donde supo vestir las camisetas del Liverpool, Barcelona, Atlético de Madrid, entre otros, sino que además por sus polémicas. Entre acusaciones de racismo y agresiones, el uruguayo se hizo de una mala fama.

Entre los escándalos que protagonizó el charrúa se encuentran las mordidas que le dio al italiano Giorgio Chiellini y al serbio Branislav Ivanovic, costumbres que al parecer no ha perdido. La semana pasada el delantero del Inter Miami nuevamente atrajó la atención de la prensa futbolera por un particular incidente.

Cuando los amigos de Messi enfrentaron a Los Angeles FC por la Concachampions, una discusión por un fallo arbitral terminó con los jugadores de ambas escuadras reclamando. En medio de la trifulca, Suarez se desconcentró y quiso morder la mano de su compañero Jordi Alba.

La imagen está dando la vuelta al mundo y ha sido imposible no recordar los episodios previos del uruguayo.