Deportes

“No entiendo cómo se permitió…”: fiscal desestima acusaciones contra la barra de la “U” y revela detalles de la barbarie

Encargado de seguir el caso, desmintió —por ejemplo— que barristas azules hayan obligado a beber orina a los empleados del elenco argentino.

Foto: Fotobaires/Photosport. FOTOBAIRES/PHOTOSPORT

El teléfono celular de Mariano Zitto comenzó a sonar mientras él disfrutaba de una cena por su cumpleaños. De golpe eran decenas los mensajes apilados con prácticamente el mismo contenido: el partido entre Independiente y Universidad de Chile había sido suspendido, luego cancelado, por los graves incidentes desatados en la tribuna visitante del estadio Libertadores de América. Lo que más lo choqueó fueron los trascendidos sobre víctimas fatales. Fiscal designado tras la barbarie, Zitto llegó al reducto a eso de la una de la mañana.

“Cuando empezamos a recorrer las tribunas se veía destrucción”, arrancó su relato en radio La Red, “habían sacado pedazos de estadio, tendido eléctrico y destrozaron sanitarios y el buffet. Además, había sangre arterial en las escaleras”.

Impactado, la primera medida que adoptó Zitto fue clausurar las tribunas del horror. Recién entonces cayó en cuenta de las carencias en materia de seguridad que presentaba el recinto, tanto de parte de Independiente como del ente rector del fútbol sudamericano.

Lo que reveló más adelante en la misma entrevista:

“Uno de los motivos para pedir la clausura fue la fuerza de las imágenes que se vieron. Esta persona desnuda en la tribuna, golpeada a más no poder o incluso personas que estaban arrodilladas haciéndoles pedir perdón. Desde el principio hubo responsabilidad de todas las partes en el operativo de prevención, tanto del club como de la Conmebol, para llegar a este nivel de agresión que recorrió el mundo”.

El backstage de la violencia

“Desde dos o tres horas antes del ingreso al estadio comenzó la violencia de los chilenos, que rompían cámaras”, confirmó Zitto, tras recabar la información suficiente. “Después, comenzaron a caer los objetos desde la tribuna visitante a la local, algo que no entiendo cómo se permitió al momento de distribuirlos, sobre todo por los antecedentes del público visitante y la organización que tuvieron otros clubes argentinos al recibirlos”.

La crítica se extendió al —flojo, nulo— actuar de la policía local: “Cuando quedaba poca parcialidad era un buen momento para controlar el área, aprehender e identificar a los responsables, pero hubo una descoordinación de las partes”.

Finalmente, el fiscal encargado desestimó algunas versiones que circularon principalmente en redes sociales, como por ejemplo que un grupo de hinchas azules forzó a beber orina a empleados de Independiente.

“Más allá de lo que circuló en los medios, no se acercó nadie del club ni la propia institución respecto a lo ocurrido”, aseguró, “por lo cual se le envió una orden a Independiente para que informe lo que sabe sobre el estado de sus empleados”.

“Lo que ocurrió fue salvajismo, trasciende a los dos clubes y opacó un evento deportivo”, completó.

Más sobre:PolicialUniversidad de ChileIndependienteCopa Sudamericana

Lo último