Jaime Valdés enfrentó por primera vez a Colo Colo y con la camiseta de La Serena fue la figura del partido. b Tras la derrota de su equipo, y luego de ser ovacionado por la Garra Blanca, el volante partió a Coquimbo para almorzar con el capitán albo.
Luego de seis temporadas en Colo Colo, donde alcanzó a dar siete vueltas olímpicas, Jaime Valdés salió por la ventana del Cacique, y pese a que el "Pajarito" quería colgar los chuteadores en el Monumental, ByN tenía otros planes para el volante y a comienzos de 2020 le dio el sobre azul.
Con 39 años cumplidos el 11 de enero, el nacido en Palestino se las emplumó a la Región de Coquimbo, y con la camiseta de Club Deportes La Serena decidió ahogar todas sus penas.
Instalado en nido granate, el "Pajarito" vivió ayer su jornada más especial, y era que no, si frente a frente se encontró con su Colo Colo querido.
Con la motivación a tope, Valdés supo echarse al hombro a los papayeros, y pese a que a la larga fueron los albos los que se quedaron con el triunfo 2-1, el volante fue la mejor figura del encuentro.
Cerca de los 40 calendarios, el "Pajarito" demostró en cancha que los años no pesan a la hora de mojar la camiseta, y se convirtió en dolor de cabeza constante para los dirigidos por Gualberto Jara.
A los 32' una aventura personal terminó en casi penal para los granates, en una decisión que recién se ratificó luego que Roberto Tobar revisara la jugada en el VAR.
Pero eso no fue todo. Cuando su equipo caía 1-0 con el autogol de David Montoya, el "Pájaro" entregó un pase largo para que Danny Pérez anotara el empate parcial. Valdés lo gritó con todo.
Luego cayó el 2-1 de César Fuentes para los albos, y en medio de la alegría de los colocolinos, se escuchó con fuerza: "¡Jaime, Jaime queriiido, los garreros jamás te olvidaraaán!". Valdés no lo podía creer, el cabro se paró en la mitad de la cancha, contempló la ovación y justo cuando se disponía a conversar con el CDF bajó la cabeza y se retiró entre lágrimas a camarines.
Empanadas
Ya más tranquilo, y luego de la duchita de rigor, el "Pajarito" se reencontró en el estadio con su viejo amigo Esteban Paredes, y juntos fueron a Coquimbo para disfrutar de unas buenas empanadas fritas en "La picá del Lupa". Ahí pasaron todas la penas.
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