“Sin menospreciar a nadie, el rival del Bayern Múnich es semi, ¿no?”, decía apenas diez atrás, recién enterado de los diez tantos de diferencia, Miguel Ángel Russo en conferencia. “Es de un país que no es profesional del todo”.

Los rivales severos, jodidos, reforzaría después el entrenador de Boca Juniors, eran primero Bayern Múnich y después Benfica. Nunca mencionó por su nombre al Auckland City, un cuadro en efecto semiprofesional con futbolistas que además de futbolistas son estudiantes, empleados, agentes de seguros, profesores, asistentes de obras. Fundado hace poco más de dos décadas, el conjunto neozelandés padeció a los alemanes —10 a 0— y a los portugueses —6 a 0— prácticamente sin patear a puerta.

De ahí la confianza xeneize, o al menos la esperanza de pasarles por encima a aquel equipo “semi” a la espera de que, del otro lado, el elenco bávaro sumara de a tres. Eso, después de que se les escapara al cierre el triunfo sobre Benfica y de una dignísima derrota ante el Múnich, necesitaban para avanzar.

Pero Boca Juniors ni siquiera pudo completar su tarea. Igualó ante el equipo semiprofesional y, ahora, las palabras de Russo se han propagado por todas partes. Fue —lo han hecho saber sus hinchas en redes sociales, jugadores, periodistas— una vergüenza como pocas.

Liquidan a Palacios

Dentro de los jugadores que quedaron expuestos está el volante nacional Carlos Palacios, quien en el compromiso contra Benfica propició la remontada del equipo portugués con un penal torpe, evitable, y ayer, con Auckland, en el complemento pareció borrarse del campo.

Martín Liberman tiró el piedrazo verbal en su programa de YouTube: “¿Por qué juega Carlos Palacios en la primera de Boca? ¿Cuáles son los méritos desde que llegó? No hay un mérito, no hay una virtud para que juegue en la primera de Boca”.

“Es un capricho por alguien que pagaron, lo mismo que (Alan) Velasco”, se quejó al cierre.

Los hinchas tampoco lo dejaron pasar.

Tuits como estos, que subrayan que el mediapunta nacional no aparece en los partidos que en realidad importan, se multiplicaron. (Y más llamativo todavía es que los hinchas de Colo Colo son los únicos que parecen defender al futbolista).