Colo Colo sufrió una inesperada —y sobre todo dolorosa— caída el viernes, la tercera en lo que va del torneo nacional, a manos de Limache. Y si bien dispone de tres compromisos pendientes que, en el mejor de los casos, lo podría ubicar a tiro del liderato, las sensaciones ahora mismo son de preocupación. En especial, porque el “Cacique” en cuestión de horas enfrentará la primera final de su temporada: en Brasil, contra Fortaleza, luchará por seguir con vida en la Copa Libertadores, misión cuesta arriba después de que Conmebol resolviera castigarlos con la derrota ante los cearenses en el Monumental.

Jorge Almirón lo sabe. Y de eso habló en conferencia de prensa.

“Cada partido en la Copa es fundamental, el presidente estaba transmitiendo la sensación de todos (“Es el partido más importante del año”, dijo Mosa), del hecho de ganar, de cómo se fue acomodando el grupo. Cada partido pasa a ser decisivo. Nosotros tenemos que hacer un partido inteligente, los partidos de Copa son muy duros”.

Más adelante, señaló las claves para inclinar la balanza a su favor mañana.

“Tenemos que hacer un partido sólido, inteligente, fuerte, sabiendo que todavía depende de nosotros, matemáticamente depende de nosotros. El equipo está capacitado para hacer un buen partido, hemos jugado en escenarios difíciles y el equipo estuvo a la altura”.

Lo más llamativo, sin embargo, vino después, cuando el entrenador argentino de 53 años se despachó la siguiente frase:

“Nosotros tenemos que saber a quiénes representamos. Ojalá fuera eterna mi estadía aquí, pero sé que en algún momento los ciclos se cumplen, como a todos los jugadores, a todos nos pasa. Donde uno está tiene que dejar lo mejor todos los días, hay que entregarse”.

Precisamente cuando los albos enfrentan más cuestionamientos que de costumbre, ¿huele a despedida?