Para apuntalar el ataque de un Coquimbo Unido que a diferencia de la campaña pasada retuvo a sus figuras y, lentamente, cobra fuerza como candidato al título, llegó Cristián Zavala desde Colo Colo.

El extremo de veinticinco años casi no sumó minutos este año en Macul y, peleado hasta con el presidente Aníbal Mosa, en definitiva resolvió que lo mejor era regresar a casa. Es cierto que, antes, su nombre merodeó el fútbol argentino y el mexicano, o que se llegó a especular que su venta permitiría al “Cacique” anticipar la salida de Jorge Almirón, pero Los Piratas jugaron sus cartas para asegurar un breve préstamo.

Sea como fuere, en su presentación, Zavala no pudo eludir preguntas sobre su —ahora— pasado albo:

“El año pasado jugué el primer semestre y no puedo decir que me bastó, porque quería más, pero estuve ahí en el top tres de asistencias (…); veremos qué faltó para afianzarse, pero ahora estoy muy feliz acá”.

Negó, más tarde, cualquier quiebre: “Algún problema con el cuerpo técnico o dirigencia, nunca”.

Y, de hecho, no descartó un eventual retorno.

“Quiero hacerlo bien, es lo que realmente importa en este momento. Si se da ir al extranjero, bien. Si debo volver a Colo Colo, bien. Y si tengo que seguir acá, bien también. Me siento con mucha confianza y con hambre de poder triunfar”.

Zavala en Colo Colo

A Coquimbo Unido, el extremo llega para relanzar su carrera:

Porque en los albos, este 2025, disputó apenas once partidos —seis en el certamen local, tres por Copa Libertadores y dos por Copa Chile—, lo que suponen 397 minutos, en los que aportó una asistencia. Muy lejos de los cuatro tantos y nueve habilitaciones con los que destacó el año pasado.

En resumidas cuentas, entre sus dos ciclos, Zavala jugó setenta y cuatro partidos oficiales en Macul. 3.188 minutos, con cinco tantos y diez pases-gol.