Después de 14 años, un chileno volvió a transmitir un encuentro en el líder mundial en deportes. "Espero que ahora me den algún partido de la Champions", cuenta entusiasmado.
Hora de almuerzo del domingo 2 de agosto y una voz parece familiar en ESPN. Es Fernando Solabarrieta, quien narró el triunfo de Fiorentina 3-1 contra Spal, con gol de Erick Pulgar. Pero más allá del duelo, después de más de una década de escuchar a argentinos o centroamericanos relatando en la cadena gringa, un nacional volvía a realizarlo.
El último había sido Luis Omar Tapia en la final de la Champions League 2006. Desde ahí, ningún chileno había tenido el honor hasta Fernando. "La verdad no lo sabía. Yo había relatado en otro gigante como FOX y hacerlo ahora en ESPN fue un desafío gigante, más por las condiciones que teníamos: yo estaba acá y el comentarista en Argentina. Nunca me había tocado relatar por teletrabajo, pero todos quedaron muy contentos con el resultado", cuenta.
El viernes previo a la transmisión se juntó por Zoom junto a Santiago Russo, su partner de transmisión, más el resto del equipo para ver los detalles técnicos. "Nos conocimos y hablamos las cosas básicas. Si se caía la transmisión, había un equipo 2 para apoyar. Santiago fue muy generoso, me recepcionó muy bien y la verdad estuve muy nervioso los primeros 10 minutos, pero después lo disfruté. A mis casi 50 años tener que hacer esto es único, quedé súper contento, con ganas de más", añade.
Y por eso se abre el apetito pensando que esta semana arranca la Champions y Europa League. Por eso, Fernando tiene la fe de que "ojalá me den algún partido de los chilenos, sería muy bonito. Espero que así sea, pero aún no me han dicho nada. La evaluación fue muy buena, así que espero tener una nueva oportunidad, porque esto también es un reconocimiento al nivel profesional que hay en Chile, donde hay buenos periodistas", sostiene.
- ¿Y cómo lo hizo para la transmisión? Contraté el internet que tuviera más gigas ja, ja. En el canal me dijeron que tenía que volar, después todo el otro material me lo dio ESPN: una consola especial, micrófono y audífonos, luz, hasta un computador. Hay que armar todo como técnico, pero ahí apelé a la experiencia de los mundiales y Juegos Olímpicos, donde hay que hacerlas todas.
- ¿En su casa le dicen algo? Que he engordado un poco ja, ja. No, ellos saben cómo es esto, aunque con mi esposa (Ivette Vergara) nos peleamos por el sector de las transmisiones. Es una mesa donde ella tiene su lado y yo el mío, hay una disputa que se arma, así que tenemos que coordinarnos. Al final cada uno usa una mitad.
- ¿Lo mejor del teletrabajo? Hacer los partidos o programas en pantuflas, es un placer. Para arriba bien formal, como siempre, pero de la cintura para abajo short o buzo, mucha comodidad. Yo creo que todos lo hacemos así, aunque en la tele también algunas veces hice partidos con corbata, camisa y short, eran otros tiempos ja, ja.
- ¿Extraña el deporte? Mucho, especialmente ir al estadio, pero también las otras disciplinas. En mi caso tenía todo listo para ir a mis séptimos JJ.OO. Espero que esto se pueda normalizar no sólo por los deportistas, si no por todas las personas que dependen y viven del deporte.
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