Toninho guardó las biblias para ser empresario pelotero

El delantero brasileño, que defendió a Colo Colo la temporada 94, no regresó nunca más a Chile y tras dejar el fútbol en 2004, se alejó de la religión por 10 años. Ahora vive como vendedor online entre Brasil y El Salvador.

¿Cómo dieron conmigo? Si hace 25 años que no hablo con nadie de Chile", responde por WhatsApp Antonio Teodoro Dos Santos Filho, o como todos lo conocieron en Chile, "Toninho, el bíblico".

Pese a que estuvo sólo la temporada 1994 defendiendo a Colo Colo (50 partidos y 28 goles), el recuerdo de este gigante de 1 metro 87 sigue latente, ya que al entrar a la cancha repartía biblias a sus rivales.

Trotamundos de la pelota, rompió redes en México, Colombia, Arabia Saudita, Emiratos, Líbano, Catar, Bolivia y El Salvador, país donde reside hace unos meses, por su nueva faceta: empresario deportivo.

"Cuando estuve en Asia aprendí el negocio de la importación, encargo productos como zapatos de fútbol y otros a China para venderlos en Brasil, con mi hijo tenemos una marca que se llama B91, y hago lo mismo acá en El Salvador. Desde que dejé el fútbol nunca más me acerqué a la actividad, sólo me enfoque en mi trabajo", cuenta.

Estos últimos 15 años sin fútbol han sido vertiginosos para el ex ariete, se separó de su mujer, tuvo que reinventarse y hasta se alejó de la religión por una década. "Mucha gente pensó que iba a ser pastor, pero nunca tuve vocación, es más estuve 10 años apartado del evangelio, recién en 2014 volví, acá en El Salvador retomé el cristianismo. Me siento un testimonio de vida, sigo siendo cristiano, voy de la mano a Dios, y cuando era futbolista me aferré mucho a él, algunas épocas fueron muy difíciles, pero dejé de repartir biblias cuando me fui de Chile", acota.

Su aprecio por Colo Colo no lo olvida, por eso narra que "busco mis goles en Youtube, hay muchas jugadas y goles míos. Para mí estar en un campeón de América era un desafío, el clima me complicó porque era muy frío, pero la adaptación fue excepcional, vivía cerca del Parque Arauco, en la esquina había una pizzería que me gustaba mucho, tengo muy buenos recuerdos de Chile, pero nunca más regresé".

- ¿Quedaste con ningún amigo en Chile? No, pero tengo muchos recuerdos. Te puedo decir hasta la formación. Marcelo Ramírez o Morón, el Coca Mendoza, Pedro Reyes, Baena, Margas, Marcelo Vega, Fracchia, Pato Yáñez, el Tunga González, también estaba Héctor Tapia, Manuel Neira, era un equipazo, tuvimos la mala suerte que en ese año explotó Marcelo Salas y la 'U' fue campeón.

- ¿Qué recuerdas de esa temporada? Para mí fue excepcional, me fue muy bien, salimos campeones de la Copa Chile, hice 28 goles, tuve una buena Libertadores, me encantaba patear penales. Llegar a casi 30 goles hoy es una locura, no es tan sencillo. El equipo era gigante, la gente me quería y por algo me recuerdan aún, los goles con Colo Colo significaron mucho para mí

- ¿Por qué no volviste nunca? Lo mío era sólo un préstamo por un año, siempre lo tuve claro, después de la vida se vuelve vertiginosa y no hay tiempo para volver, pero siempre he tenido en mente regresar con mi empresa, es un proyecto que espero materializar en los próximo años, debo regresar al sitio que me entregó mucho.

-- ¿Qué importancia tuvo la fe en tu carrera? Fue fundamental, la gente comenzó a llamarme 'El Bíblico' en El Salvador y ahora estoy aquí, siendo feliz, devolviendo mi mano a este país. Nunca me molestó, ahora es más común que un futbolista muestre su vínculo con Dios.

- ¿Cómo vives la cuarentena? Encerrado en El Salvador, veo poco fútbol porque creo que ha bajado mucho el nivel, pero uno tiene que ser optimista, confiar en Dios que todas las cosas tienen control, hay que cuidarse y no queda otra.

Temas Relacionados

COMPARTIR NOTA