El campeón chileno ganó por 2-1 a Rosario Central y sumó sus primeros puntos en la Copa. Un dudoso penal, en el sexto minuto de descuento, marcó la diferencia.
Universidad Católica demostró que está vivo en esta Copa Libertadores. El cuadro de la franja venció por 2-1 a Rosario Central y sumó sus primeros puntos en el Grupo H de la Copa Libertadores.
Pero hay que poner las cosas en su contexto. El cuadro argentino no gana un partido en tiempo regular desde noviembre del año pasado y anoche demostró la razón. Porque los cruzados fueron muy superiores al cuadro "Canalla" y el tanto de Edson Puch, a los 28 minutos, puso justicia a la amplia hegemonía del campeón chileno.
El equipo de Gustavo Quinteros hizo la diferencia, pero careció de la pericia para aumentar las cifras en San Carlos de Apoquindo.
Se adueñó de la pelota, atosigó en la salida al discreto cuadro argentino, pero pasó demasiada incomodidad para llevarse los tres puntos.
De hecho, Duván Vergara aprovechó una de las pocas oportunidades rosarinas para poner el 1-1. Se jugaba el tercer minuto de descuento y a esa altura los hinchas locales ya masticaban la displicencia de sus jugadores, incapaces de aumentar las cifras en el reglamentario.
Pero ocurrió el milagro. Un par de minutos más tarde, una dudosa falta sobre José Pedro Fuenzalida terminó en el penal que convirtió Luciano Aued. No hubo tiempo para nada más.
"Hicimos un gran partido, dominamos mucho. No estuvimos finos para liquidarlo. Parecía que se nos iba el triunfo, pero por suerte lo pudimos ganar", dijo Aued tras el duelo.
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