Venía de pegarse un show de dos horas en Sao Paulo, pero mostró tanta polenta que ni se notó. Es que con la energía que sólo la música metalera puede dar a los 46 años, el bajista de Anthrax, Frank Bello, no tuvo atados en realizar una mansa clínica ante sus fans chilenos, ayer en la tienda Audiomúsica, de Ñuñoa.

El gringo llegó a eso de las 11 de la matina de ayer al recinto, donde entre otras cosas dijo que no cachaba mucho a las bandas rockeras chilenas: “Ni siquiera me sé el nombre de las canciones de Anthrax, pero sí queremos ver bandas chilenas porque eso nos inspira a seguir en carrera”.

Finalizada la mini conferencia de prensa y antes de empezar su tocata con cháchara incluida, le llevaron una botella de Johnny Walker, y como buen rockero, a las 12.02 se pegó su primer vaso del agradable copete, ante la ovación de los presentes. "Es el desayuno, es todo lo que tengo que decir", comentó mirando su vaso de wiscacho.

Al poco rato comenzaron a entrar los cerca de 120 fanáticos de todas las edades que gozaron con las historias de Frank Bello y con los temas que tocó de su famosa banda.

Y entre pausa y pausa de cada tema, se despachó frases como "elegí el bajo en vez de las drogas", "que la gente toque música en vez de meterse en cosas negativas" y como había niños presentes, se excusó cada vez que decía fucking u otros garabatos en inglés.