Mientras vive su momento de gloria Miguel Ángel Alvarado, alias "Centella", no olvida por ningún motivo la promesa que  hizo con las cañuelas temblando y frente a la tumba del extinto animador Felipe Camiroaga, en Villa Alegre, Séptima Región.

Es que de camino a la Quinta Vergara a cumplir su sueño máximo, el humoritsta de la Patagonia decidió pasar a la ciudad de los naranjos para encomendarse a Felipito. "Pasé a ver a Felipe Camiroaga, le dije  muchas cosas, que nunca había dicho a nadie y que me hubiera gustado decirle a él personalmente", comentó.

Y como  no hay deuda que no se pague, el corpulento que se ganó Gaviotas de plata y oro ya largó que se siente comprometido a devolver el favorcito concedido por parte del fallecido animador matinal. Cuento corto,  tiene una parada obligada para  devolver la manita y darle las gracias frente a la tumba. "Tengo que pasar para contarle que me fue bien", dijo muy emocionado, casi seguro de que su triunfo vendría de la mano de una gauchadita del solidario Felipe.

El sureño, nacido y creado en Punta Arena hizo reír de lo lindo a la Quinta, burlándose de sus propios defectos, con un algunos errores que causaron muchas carcajadas y contó cuanta historia se le pasó por la mente con gestos y ademanes.

Incluso el hombrón de los jajajeos se dio el tiempo de regalar y mostrar sus banderas. Recibió el cántico de la galucha de "mijito rico, mijito rico" y cuando querían seguir leseándolo, coreando "la colita", el les devolvió:  "Ya, pero el único problema es que tengo la colita adelante".