"Enmendaré todo el daño que les hice a mis seres queridos"

Recordado porque desde los 80 hasta el presente nos emociona con los versos "será un ingeniero y será bueno..." de su clásico Esperando Nacer, Pancho Puelma está de regreso con su nuevo y potente cidí ...Y no me Canso!, movida que a sus 51 abriles lo tiene contento y completamente alejado del copete y las drogas duras.
- Partamos por tu nuevo disco...
- Pasé un año entero grabándolo en Chile y partí a México, pero me encontré con un mercado súper nacionalista y como ya no tengo la energía de antes, me volví con el master terminado y a puro ñeque lo estoy sacando a la venta. Tiene tres canciones dedicadas a mi hijo y mis dos hijas.
- ¿Cómo lo financiaste?
- Me salió re caro el cuento allá, aparte que tengo tres hijos que estudian, mi propia vida personal y la música de repente da y de repente no. Yo trabajo en publicidad haciendo música para documentales, películas, eventos de empresa y matrimonios. Con eso me afirmo, pero tengo mi pisito económico estable que me da la empresa Enjoy, de los casinos y ahí estoy tocando permanentemente. Principalmente estoy en Viña en La Barquera y en el Hotel del Mar.
- Bien es sabido que pasaste ene años metido en las drogas y el alcohol.
- Estuve 15 años enfermo, tiempo que pudo ser el más productivo de mi carrera. Tuve que preocuparme de recuperarme.
- ¿Cómo empezaste a caer?
- Partí muy joven inconscientemente, no sabía en qué me estaba metiendo y desarrollé un gen dentro de mí que me transformó en adicto.
- ¿Cuáles fueron los costos?
- Ni me di cuenta cuando todo fue pérdida tras pérdida: Perdí mi matrimonio, la confianza de los padres, de mis hermanos, de los empleadores, de mi trabajo, dejé de producir discos, salí del mercado. Si no hubiera estado enfermo todo este tiempo, otro gallo cantaría.
- ¿Cuándo la viste más peluda con tus adicciones?
- Hay gente que puede consumir mucho tiempo y sin problemas, pero yo no, sé donde voy a terminar. Acá hay tres caminos: La cárcel, el hospital y la muerte. Ya pasé por las dos primeras y he estado a punto de la tercera varias veces.
- ¿Viste la cara de la muerte?
- Sí. Algunas por iniciativa propia, diciendo "no quiero más" y otras por accidentes de automóviles, qué sé yo, estar tres días sin dormir y ponerse a manejar de puro loco. Cuatro autos con pérdida total, por eso estoy agradecido de Dios porque siento que hay un propósito para que yo todavía esté aquí y con mi mente clara. Tengo la convicción de no volver nunca más porque me da terror.
- ¿Cuándo fue la última vez que consumiste?
- Fue para un 18 de septiembre hace dos años. Fueron 15 minutos de sentirme bien, pero después fue angustia, depresión, dolor y cargo de conciencia y vuelta a los demonios. De nuevo fui a un hospital a internarme, tuvo que ser un trabajo conmigo mismo. No soy yo sólo el que sufre, sino que los que más quiero y los que más me quieren.
- ¿Cuándo te empezaste a sentir bien?
- Después de esa vez. Ahora estoy en otra parada de la vida, sin temor, con una convicción absoluta que no pretendo dar un paso atrás en esto. No me tomo un solo trago porque es un gatillo. Puede pasar un año en que tienes la puerta abierta y consumir cosas más fuertes. Mi contacto con la espiritualidad y mi actitud ante la vida son positivas. Cuando das lo mejor de ti en cualquier ámbito de cosas, todo te llega de vuelta.
- ¿Cómo está el corazón?
- Ahora tengo una polola. Fracasé en mis primeros dos matrimonios, mis dos hijos mayores son de un matrimonio que se tornó incontrolable por mi enfermedad. Mi mujer y mis hijos pagaron el pato del papá que estaba totalmente desquiciado. Gracias a Dios ella tuvo la sabiduría de abrir las alas y salvarse ella y los niños. Ahora él es ingeniero y ella estudia psicología. La más chica tiene 10 años y toca el piano muy bien, y por ellos enmendaré todo el daño que les hice a mis seres queridos.
Imperdibles
Lo último
20:41
18:05
17:23
16:40
15:01












