Los que pensaban que Angélica era más mala que la mentira a poto pelado van a tener que reconocer que la cabra no está na' poseída por el cola'e flecha y que ha tratado de enmendar los errores que la tienen a punto de comprarse un terreno en Pirque de lo botella que anda.

Clara prueba de la renovada actitud de "Sor Angélica" se vio ayer cuando le pidió perdón a Pamela por haberle dicho las de Quico y Caco en una pelea que ya es de antología y que de seguro entrará en los archivos de las grandes mochas de los realities de nuestro terruño, siendo "Morsa" y "gorda de mierda", lo más suave que le mandó la ex de Prat a la regalona de la olla.

La sorpresiva disculpa se produjo en medio de la fiestoca "Sensation" que le  hicieron a los cabros y que fue con tutti: Dj's, tarimas y los cachivaches propios de un evento punchi punchi.

Será porque cada día está más sola, por influencia de la luz divina o por  las "bebidas" que se mandan estos cabros en los carretes, pero la cuestión es que la morena se acercó a la protegida del Coca y le pidió perdón, el cual fue aceptado como toda una lady por la tiernucha Pame.

duelo de fieras. Hasta hace unos días Sepúlveda era la máxima villana de la pantalla chica, pero la delgada línea hacia el lado oscuro de la fuerza es medio confusa y bien lo saben Mendoza y sus discípulos.

Y es que darle un poco de su propia medicina a la rulienta no ha sido suficiente y los chiquillos se han ido al porcino, lo que quedó en evidencia cuando hizo su ingreso Pamela Díaz, quien aparte de manduquearla p'arriba y p'abajo a la Fortachona, configuró el escenario perfecto para que todos los cabros del encierro comenzaran a atacarla, siendo el musculín Egas el único en prestarle ropa a la chicoca mandándose un sermón dominguero de aquellos:  "Todos contra uno no es justo", filosofó Gonzalo.

PARRILLA

Por otro litro, los sirvientes tiraron a la parrilla a Álvarez por "débil", quien tendrá que vérselas en duelo con  Egas, Vega o Longton y cuidado, porque el ex "Pelotón"  tiene la media garra y puede sacar la cara por los guatones de Chilito.

Alejandra Rey L.