Mucha historia, viajes e hijos ha tenido a lo largo de sus 15 años de carrera el colectivo La Patogallina Saunmachin, siendo uno de sus herederos más potentes y vacilones el grupo llamado "La Cumbia de Patricio Cobarde".

Este lote de cabros que tocan pura música prendida estará presente en la apoteósica fiestoca de esta noche en Matucana 100 para celebrar la década y media de vida del grupete.

El carrete, en el que tocarán tanto La Patogallina como Patricio Cobarde, será en grande, y por lo mismo hablamos con los cabros de la Pato Cobarde, quienes explicaron la relación que tienen con sus mentores : "Todo partió hace casi tres años, específicamente en el cumpleaños de nuestro compañero Jaime Molina, donde se juntaron músicos cuequeros (Los Trukeros, La Gallera), algunos bien pelacables (Akinetón Retard) y nosotros, con La Patogallina. Nos pusimos a improvisar cumbias, lo pasamos re bien y de ahí se armó el proyecto".

Coincidentemente en ese entonces La Patogallina decidió que no quería interpretar más cumbias por un buen rato. "Eso fue justo cuando estaba naciendo el boom de Chico Trujillo y Juana Fe. Quisimos que La Patogallina sonara más rockera, pero justo nació Patricio Cobarde, así que no la dejamos de lado", explicó Martín.

Con un discacho homónimo sacado hace unos meses, donde se destaca su espectacular versión de La Cumbia Imperial (basada en la música de Darth Vader de la Guerra de las galaxias), los cabros de la Cobarde están llenos de pega y tocatas prendidas de aquí hasta los próximos meses.

"Primero tenemos la fiesta de esta noche, donde tocarán los dos grupos por separado, además de varios DJ's e intervenciones artísticas teatrales, y luego tendremos un fin de año lleno de shows. En enero estaremos del 5 al 22 en el marco del Santiago a mil, así que tenemos muchas actividades para que nadie se las pierda", dateó Martín.

Y como el lote siempre ha tenido teclas que tocar en el tema contingente, nos comentaron lo mal que les parece la intención de las autoridades de sacar el arte y la música de los colegios.

"Es una aberración, el arte y la música abren otros aspectos que los demás jamás van a tocar. Le quitas la posibilidad a los niños para que escojan lo que quieran ser más adelante. No significa que  vayan a ser artistas, pero sí que abran los sentidos a otras cosas", pataleó.