No hay caso. Por más que ha intentado mantener piola los detalles de su intimidad, luego de la separación con el cineasta Guy Ritchie, Madonna no ha logrado su cometido y día día siguen saliendo a la luz situaciones dignas del semanario de lo insólito.

La última de las locuras de la reina del pop dejó a medio mundo con la tarasca abierta, ya que la cantante no habría encontrado nada mejor que hacer firmar al macabeo de su ex marido, un polémico contrato de sumisión.

Tal como lo lee, ya que según publican varios medios around the world, el acuerdo firmado el año 2006 en Nueva York, dejaba estipulado que Ritchie estaba obligado a dedicar varias horas a la semana en la lectura de la Cábala, la polémica secta de la cual es miembro Madonna, junto a varias figuras de Hollywood.

Este rarífico contrato también obligaba a Guy Ritchie a no gritonear a la cantante e incluso establecía el número de veces en los cuales el compadre tenía que transformarse en todo un semental y satisfacer sexualmente a la locateli minurri.

CONTROLADO

Según reproducen medios internacionales, el compadre había expresado su disconformidad con esta situación, ya que se sentía terrible de controlado, por lo que finalmente decidió darle el filo a su relación.

Ritchie habría rechazado una propuesta de 32 millones de dólares realizada por Madonna para que firmara el divorcio, lo que tiene choreada a la chica material.