Ambar Luna: un satélite natural orbitando el rap

Ambar Luna
Ambar Luna

Con apenas 23 años la rapera chilena Ambar Luna es casi una veterana en el universo de la música urbana, pasando de las batallas de freestyle a la creación de canciones que apuntan a la trascendencia.

El año 1977, un 2 de febrero en Barranquilla, Colombia, nació Shakira Isabel Mebarak Ripoll, quien luego se haría conocida en todo el planeta como Shakira simplemente.

En 1993 cantaría en el Festival de la Canción de Viña del Mar en la competencia internacional y aunque no ganó, obtuvo el tercer lugar y la leyenda dice fue un momento muy importante para su despegue hacia el estrellato, que tuvo su más reciente peak con su colaboración junto a Bizarrap, un productor musical de música urbana.

El link viene ahora. Sería un 2 de febrero también, pero del 2000, en la ciudad de La Calera, a 40 km de Viña del Mar, que llegaría a la tierra Ambar Luna Leiva Cárdenas.

El paralelismo no es gratuito ya que Ámbar reconoce a la colombiana como una de sus mayores referencias artísticas.

“Está de cumple el mismo día que yo, es una acuariana máxima, habla todos los idiomas, tiene una ONG (Pies Descalzos, que busca fomentar la educación pública entre niños y niñas en riesgo de exclusión en Colombia) y es una figura muy potente. Amarilló en el tema político, pero después igual se manifestó y al final cada uno hace política a su manera”, dijo en el webshow Black Life el año 2021.

La carrera de Ámbar comenzaría a temprana edad, un rasgo que hoy a sus 23 años la tiene no como una veterana, pero sí como una artista con un vasto recorrido y que cuando habla despliega una madurez y profundidad que en la mayoría de las entrevistas sus interlocutores destacan, como es el caso de esta entrevista con la esencial Celda de Bob.

“Hago música desde que tengo memoria, desde los 13 hago free y desde los 16 escribo”, relató en Black Life.

¿Cómo confluyen las diferentes experiencias y caminos en la vida de Ámbar para convertirse, entre otras cosas, en la primera freestyler chilena en ganar una Red Bull universitaria, ser semifinalista de la batalla de gallos del 2019 y ser fichada por Nacional Records, el mismo sello de artistas como Ana Tijoux y Bomba Estéreo?

“Mi hermana mayor se juntaba con los raperos de Calera. Y a ella no la dejaban salir si no era con su hermana chica. Y yo le copiaba todo, cuando a ella se le acabó la moda rap, que para ella fue una experiencia de juventud solamente, yo me quedé. Todavía de repente me pego los free con los cabros de allá”, dice en la citada entrevista.

En paralelo ocurrían otras cosas, como suele suceder. “De chica escribía mucha poesía, pero con cero conciencia de rap en mi cabeza. Eso fue a los 11 o 12 años. Incluso hice un micro libro de poesía que salió en una hueá del colegio y me dieron un maletín lector”, recuerda la joven que aprendió a leer a los tres años, según reveló a The Clinic.

De a poco entonces, empezó a suceder que después de practicar freestyle en la plaza, llegaba a su hogar y su pulsión poética empezó a dirigirse hacia la música en formato de rap.

También incursionó en otros estilos. “Hice una banda de ska que se llamaba Bi Pilots. tocamos harto, en el colegio, en la plaza, parques. Después de eso fue que pensé en hacer un disco de rap”.

Y lo hizo. Pero cuando entró al circuito de las batallas lo borró. Le incomodó, dice, haber publicado un contenido que la mostrara vulnerable estando en un espacio tan confrontacional.

“Yo entré a las batallas teniendo un disco, no entré para empoderarme o sentirme superior. Lo hice porque era una forma de rap y por eso fui, pero nunca me metí por competir. Siento que podría haber roto más, podría haber marcado un estándar superior en freestyle, no como mujer del freestyle, sino del freestyle en general, pero nunca me sentí parte de ese mundo, no conectaba tanto más allá de porque me gustaba rapear. Pero me ayudó a sacar mi timidez, porque yo en general hago música de mi para mi, y ahora me gustaría hacer música de mi para el mundo”, expresó en La Celda de Bob el 2020.

“Entré ahí desnudándome totalmente. Diciendo que soy tímida, que me cuesta hablar y soy hermética. La crudeza de ese mundo me hizo pensar si quería tener ese papel, si tenía ese alter ego necesario. El hecho de plantearmelo me dio seguridad”.

Dra. Ambar

“De no ser cantante habría sido doctora”, contó en el segmento de preguntas y respuestas cortas de Black Life. En la Celda de Bob profundizó al respecto: “Para mi vida tenía planeado otra cosa, estudiar, tener buenas notas, cosas que para mí ahora son banales. ¡Iba a estar metida diez años en la U! pero mi mamá me decía, tú eres del arte, rapeas 6 días de la semana y estudias uno. Mi propia mamá me dijo anda y conquista el mundo, tienes el talento y las ganas”.

“La música me ha gustado siempre, pero tengo un drama con la atención. Me gusta el backstage, ayudar a materializar cosas, estar creando, apoyando, guiando a otros, pero nunca me imaginé mostrando música, cantando con público, ni menos ser conocida”, aseguró.

Es importante en este punto consignar que en esta época era conocida como Dionisia, un sobrenombre que se ganó después de un cumpleaños: “Yo no tomaba alcohol, pero mi mamá me ofreció una copa de vino, el problema fue que terminé tomando mucho y vomité. Me dijeron que era Dionisia por la Diosa del vino, y se transformó en mi a.k.a de batalla. Tenía como 15, 16 años”.

Allí contó que su entrada al mundo de las batallas de freestyle fue algo más fortuito que planeado. Un amigo la inscribió sin preguntarle en una competencia y ganó. De ahí, para muchos, el ascenso fue meteórico a convertirse en probablemente la más destacada freestyler de Chile. Pero no fue tan así. Ella misma lo aclaró.

“Pasaron muchas cosas entremedio. Ansiedad, miedo. Se me hipersexualizaba, o me masculinizaban, era cuático. Muchas veces o me estaban joteando o me grababan como si yo fuera un mono, o si me equivocaba y decía algo estupido me lo aplaudían igual, como que era un show en sí mismo ver una mujer freestaleando. Estaba todo bien en contra, aunque no te cerraban las puertas, no podría decir eso, pero de ninguna manera era un ambiente sano o seguro”, asegura.

“El free es una disciplina como cualquier otra, y en ese sentido, el mundo completo ha evolucionado y se ha ido deconstruyendo, intentando sacarse el machismo, la homofobia, cuestionarse todas weas que nos dejaron metidas, es un proceso de cambio que está pasando en todo, y el freestyle es parte de eso”.

Todo lo anterior tuvo su punto más complejo en una denuncia de Ámbar contra su ex pareja, también freestyler, Teorema. El caso, viralizado a más no poder, terminó el 2020 con ambos artistas ofreciéndose disculpas públicamente y perdonándose mutuamente.

Sobre su alejamiento de las batallas, en Black Life comentó que sentía que ya había hecho lo que tenía que hacer. “Siento que hay muchas exponentes femeninas en Chile en el free y no se les da atención. Están en las plazas, en todos lados (...) Sentí que ya había hecho lo que tenía que hacer y me salí porque no podía más. Con la Cromantis estuvimos construyendo hace mucho y pedíamos que más cabras dieran cara, porque ya no pudimos más”.

En La Tercera el año 2020, ante la pregunta de si al dedicarse por completo a la música dejaría de batallar, aclaraba: “Es que siempre me he dedicado de lleno a la música, desde hace muchos años. Las batallas eran algo que hacía en mi tiempo libre pero ahora me requieren más tiempo y los eventos me dan ansiedad. Hay una desventaja energética y no me gusta, siento que no es mi lugar, por ende dejaré las competencias. Aunque no es algo que quiera abandonar completamente porque muchos de mis grandes maestros están ahí. Ahora hay nuevas niñas que querrán competir y tomar puestos internacionales. Estoy muy feliz de eso”.

Carne

El primer y hasta la fecha único EP de Ámbar Luna es el ampliamente celebrado Carne. “Se llama así aunque soy más vegetariana que la chucha”, bromeó en la Celda de Bob.

“Es un trabajo de dos años, que partió siendo un disco de 12 canciones de rap, solo para soundcloud, ahora es una autobiografía, compuesta por este EP de 4 temas, el segundo ep viene con otros feats, y el tercero que va ser algo totalmente distinto”.

A la fecha, ese plan ha sufrido variaciones y todo indica que los 3 EP que continuarían inicialmente Carne pt1 se transformarán en un disco que ha sido grabado en distintos lugares del mundo y todavía no tiene fecha de lanzamiento.

“Yo podría estar sacando temas constantemente para pegar, con un fin más comercial, que es un camino bonito también, pero personalmente tengo una búsqueda que apunta más hacia la trascendencia”, le dijo a Bob.

Entre medio, Ámbar, que asegura que prefiere “ir vibrando de a poquito”, ha compartido escenario con Ana Tijoux, tocado en México y España, estado nominada a un premio Pulsar, y colaborado con varias y varios referentes como Bronko Yotte y Masquemúsica, Catana, Aura Bae y NFX.

“Aprendí la diferencia entre ser una persona importante que crea nuevos fans y seguidores y una líder que crea nuevos liderazgos, me identifico con eso. Creo que hay una responsabilidad, en el free y en la música, porque hay mucha gente que se identifica. Quiero enseñar cosas, siento ese compromiso, por lo mismo he hecho clases de coach. Yo no voy a tratar de ser perfecta, sino mostrar un ejemplo de líder errante, que la puedo cagar harto incluso, pero hay siempre una buena intención, una veracidad y unas ganas de cambiar el mundo”, expresa.

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