La mítica banda nacional conmemora los 55 años desde que se estrenó su álbum homónimo. “Éramos cuatro cabros ingenuos”, comenta Denise Corales al Diario Pop.
Lanzado a comienzos de la década de los 70′, el primer disco de Aguaturbia se convirtió en una pieza de culto en la música nacional. El homónimo de la banda chilena se volvió escaso con la llegada de la dictadura, siendo una pieza de colección entre los melómanos del mundo entero y a 55 años de su estreno, el grupo anunció su relanzamiento en formato vinilo.
En conversación con La Cuarta, Denise y Carlos Corales, cantante y guitarrista respectivamente, recordaron cómo fue la presentación de este álbum, que estuvo marcado por la controversia que se generó con la portada, donde los integrantes de la agrupación aparecen desnudos.
El disco Aguaturbia fue publicado por primera vez el 13 de marzo de 1970, producido por Camilo Fernández y originalmente lanzado por RCA Discos. Grabado en solo 72 horas, desde el primer día dio de qué hablar, su sonido psicodélico y letras en inglés llamaron la atención y escandalizaron a unos cuantos.
Por decisiones ajenas a la banda, al poco tiempo dejan de producirse copias del álbum en Chile, por lo que la única forma de acceder a estos registros es por medio del comercio extranjero, principalmente desde Europa o Estados Unidos, donde su música adoptó un estatus de élite, siendo considerados por algunos como la mejor banda Iberoamericana de psicodelia.

Esta edición aniversario fue remasterizada por Discográfica Al Abordaje Muchachos, y tiene clásicos como B.A.B.Y., Erótica, Ah Ah Ah, y Crimson And Clover. “Lo primero era sacar el gris y el negro de del vestuario”, recuerda Denise sobre la estética de aquellos días.
“El disco se hizo en los 70 y después en realidad se prohibió el rock. Y realmente la disquera y todas las multinacionales estaban en otra, a lo mejor no les interesaba, pero sí le interesaba al productor original nuestro. El interés máximo siempre lo tuvimos de afuera, primero de Estados Unidos, y después de Inglaterra”, agrega la vocalista al Diario Pop.
Los discos de la época son altamente codiciados por los coleccionistas, por lo que frecuentemente les llegan noticias de la venta de uno de sus ejemplares por altas sumas de dinero, sin embargo ellos no cuentan con ninguna copia. “Nuestra hija me dice: ‘pero qué idiotas que eran, mamá, qué tontos, ¿por qué no guardaron?’ pero qué iba a saber, no pensábamos en nada”, confiesa.

Un Chile muy distinto
A comienzos de la década de los 70′ las influencias del movimiento hippie y los sonidos psicodélicos tomaban fuerza en algunos sectores de la población, al mismo tiempo que surgen sus detractores.
“En ese tiempo éramos una banda tan controvertida, de alguna manera muy ad hoc a lo que se estaba viviendo en el mundo, pero no en nuestro país. Nuestro país siempre ha sido más prudente, más tranquilo en todo orden de cosas, yo diría que inclusive ahora”, recuerda Denise.
“Un periodista me hizo un día la pregunta: ‘¿Usted se ve cantando en 50 años más?‘, me preguntó eso en 1970, y yo le dije, como cabra lesa, dije que sí. Pero mira la respuesta mía muy primaria. Éramos cuatro cabros ingenuos, talentosos a rabiar, pero marginales también. Yo entendí en ese momento que teníamos que afrontar todo, porque habíamos hecho una foto con conciencia, con la música que nos gustaba. Sabíamos a lo que nos enfrentábamos, sabía que teníamos un público y eso bastaba”, agrega la voz de Aguaturbia.
La carátula de su disco no ayudó a caer bien a los más conservadores, ya que su presentación al mundo fue inspirada en lo que hicieron John Lennon y Yoko Ono en Two Virgins: aparecer desnudos en la portada. “Esta foto yo la veo hoy día y me encanta, te lo juro. Con lo que se ve hoy día, no es nada, es una tontera”, recuerda la cantante.

¿Cómo recuerdan el recibimiento de este disco?
—Denise: En ese momento todo lo que venía de afuera era malo. Este era el estilo que nosotros nos tocaba, nos gustaba y podíamos hacerlo, Carlos era una persona que conocía mucho todo lo que es blues, rock, rock and roll y un músico de muchos años y muy sólido en su guitarra, ya había grabado con no sé cuántos, yo tenía lo mío, Willy Cabada también era conocido, el bajista, Ricardo Briones también.
Entonces, era como que nadie se lo esperaba por lo que nos conocían, pero la gente que entendía sabía lo podíamos hacer y lo hicimos. Lo que no imaginaron fue la desfachatez de la portada.
Teníamos un público joven maravilloso. Tocábamos mucho en las universidades. La gente mayor, los padres nuestros inclusive, no aceptaban esta locura. Esto fue como la guinda de la torta en ese momento, en el fondo a todos les gustaba esta desfachatez, a lo mejor lo quisieron hacer y nunca se hizo.
Yo diría que fui la que se llevó la parte más dura, pues era mujer.
—Carlos: A mi nunca me han dicho nada por la foto, yo paso piola y los muchachos también. Pero ella no.
—Denise: Yo me acuerdo que en las entrevistas generalmente eran preguntas muy puntudas para mí. A los otros les preguntaban cómo fue el estilo y su guitarra y que usó, pero a mí me decían: pero usted cómo se atrevió…aunque a más de algunos sí le gustaba como cantaba.
¿Creen que si esa portada se estrenara actualmente tendría la misma repercusión?
—Carlos: No, ahora pasa piola. Te pondrían memes y cosas así.
—Denise: salió el disco el viernes 13 de marzo de 1970, y en el Diario La Segunda, que era el diario de la tarde y muy de señor, puso la foto entera en la portada, estaba en todos los kioscos, y decía: el grupo chileno Aguaturbia hace noticia con unas fotos desnudos y no sé qué. Eso salió en todo Chile al mismo tiempo. Después las disquerías también hicieron el goce y el más feliz era el productor del disco, sin ningún sello.
Adaptación a los nuevos tiempos
Carlos Corales recuerda con nostalgia la maratónica grabación del homónimo de Aguaturbia, la que demoró tan solo tres días, algo que por aquel entonces era normal. “Todo se grababa en vivo, no había edición ni cortes”, rememora.
“Yo tenía un amplificador Marshall grande que era el que usaba Jeff Beck, que me lo fui a comprar a Estados Unidos y me lo traje con mi guitarra Fender Stratocaster, y eso era todo, solamente le puse un pedal wah-wah y un fuzz, y nada más”, detalla el guitarrista.
Si bien la banda sacó su primer disco más de cinco décadas atrás, también han trabajado con las nuevas tecnologías, cuando lanzaron ‘Fe, Amor y Libertad’ en 2017, un cambio total en la forma de trabajar, y además envueltos en un contexto sumamente diferente, donde lo que predomina es el género urbano. “El reggaeton es un baile, nadie espera que en un baile tú te pongas a pensar”, piensa Denise.
“La música en español me costó mucho hacerla en el último disco, porque nuestra música se creó en su idioma nativo”, confesó la cantante. Por su parte, Carlos siente que la tuvo más fácil, ya que la tecnología le brinda herramientas que hace la grabación más llevadera.
“No hay comparación. Por calidad se supone que es mejor ahora. Es fácil sacar un disco. Muy fácil, incluso tú puedes grabar así más o menos nomás después te lo arreglan todo. Entonces lo que se vende ahora es diferente a lo otro. Además lo que venden son puros números”, comenta Corales.