En un mundo donde no existen los honores, los tributos ni los homenajes para las generaciones de ayer, el programa "Cada día mejor" (La Red) parece ser un oasis dentro de un desierto.
En un mundo donde no existen los honores, los tributos ni los homenajes para las generaciones de ayer, el programa "Cada día mejor" (La Red) parece ser un oasis dentro de un desierto. Es que su conductor y artífice, Alfredo Lamadrid, logra dar con la fórmula perfecta para encantar a quienes ya peinan canas y sienten que la TV actual no los representa.
El maestro, como es conocido Lamadrid por su experiencia y sabiduría, conoce al dedillo a su público y administra los contenidos con maestría. En su programa se ve habitualmente a cantantes de la desaparecida Nueva Ola hablando de sus éxitos de antaño con imágenes de apoyo que resultan ser un tesoro para la industria.
Todos los segmentos de su programa responden a necesidades de su target (destinatario de un servicio). Cuando se trata de salud, un especialista habla de enfermedades acordes a la tercera edad, lo que resulta un aporte.
En cada entrevista, Alfredo Lamadrid hace gala de su cancha. No tiene pelos en la lengua para preguntar de temas personales –trinchera que muchos podrían definir como farándula- pero lo hace con un alto grado de contexto. Tanto así que sus entrevistados no dudan en contar capítulos inéditos de su vida, sin tapujos.
Alfredo Lamadrid dirigió hace más de 30 años el programa "Éxito" de Canal 13. Allí conoció a una joven promesa del periodismo llamado Gonzalo Rojas. Hoy es su compañero en el panel y encargado de seleccionar gran parte de los contenidos.
En el equipo, además, destaca Andrés Lamadrid, hijo del conductor, quien es el productor musical del espacio. Si bien hay una importante brecha generacional, Andrés nació escuchando hablar a su padre de música y desde siempre conoció los ritmos de antaño.
Alfredo Lamadrid es la versión chilena de Mirtha Legrand, la longeva entrevistadora argentina. Quizás en la TV del vecino país existe más respeto por los grandes próceres de la TV. Hoy, Alfredo es el único representante de la vieja escuela en la pantalla criolla. Por eso vale la pena ver sus programas, escuchar sus entrevistas y aprender.
Ojalá La Red logre situar su espacio en el prime time o, lisa y llanamente, reprogramar su "Humanamente Hablando". Los televidentes lo agradeceríamos en todo lo que vale.