“Mira, a Juan Alcayaga le encantaría ser Don Carter, tan desfachatado, bueno para el leseo. Juan es más tranquilo, pero se prestan ropa los dos”, dice el célebre comediante y actor Juan Antonio Alcayaga Sasso (76) sobre esta dualidad entre el personaje y la persona.

Nacido en Antofagasta, pero viviendo desde muy joven en la gran capital, este egresado de la Universidad de Chile en la carrera de actuación ha pasado por todo: teleseries, programas de TV, productor, etc.

Aunque tiene una reputación como el máximo exponente del chiste en doble sentido, Don Carter confesó al Diario Pop que su verdadera pasión es el drama.

Ahora cumple 50 años de trayectoria artística que se celebrarán con bombos y platillos este 25 de octubre en el mítico Teatro Caupolicán.

“Ahí estamos con algunos invitados que van a ser sorpresa y que me van a acompañar esa noche. Y, por supuesto, va a ser un show especial. Y es como un anuario, cuando uno saca lo mejor del año”, adelantó sobre este espectáculo, el más grande de su carrera en una entrevista con nuestro medio hace unos meses.

“Quiero ahí sintetizar un poco con mis amigos que me acompañan y más las cosas que he hecho yo, y alguna que otra sorpresita. La idea es que la gente lo pase bien. Y va a ser un poquito de mayor duración que un show normal”, añadió.

Este actor saltó a la fama en el programa cultural El Mundo del Profesor Rossa, en la década de los 90, donde los más pequeños aprendían distintos aspectos de la vida animal.

Aunque sería la viralización del famoso video prohibido en 2002 —en un internet no tan masivo como el actual— lo que cambió la visión de varios hacia estos artistas. Un lado B que muestra a los protagonistas del espacio infantil más distendidos, coloquialmente “agarrándose para el hueveo” y tirándose chuchadas en buen chileno.

Esta sería la veta que demostraría el costado humorístico de este trío, que luego protagonizaría programas televisivos en Vía X y TVN, y llegaría a importantes festivales como el del Huaso de Olmué, en dos ocasiones.

“En ese tiempo todavía estaba en pañales el internet. Fueron los primeros videos que se viralizaron en Chile. Causó estupor porque este país es bien cartucho, doble estándar. Entonces, estos personajes blancos que habían hecho un programa infantil, que fueron premiados y llenos de cultura… y de repente salen bailando y tontiando. Pero si tú lo veí, los garabatos que hay ahí no hay nada del otro mundo. Sirvió para que la gente dijera que ‘somos humanos y hacemos esta otra cuestión’. Gracias al video prohibido tenemos el éxito de ahora”, comenta Juan a través del teléfono al recordar este famoso registro.

-Estos 50 años de carrera también pasan por la historia del país...

-Lo que pasa es que cuando yo salí de la universidad, estudié teatro, pero para hacer teatro. En esa época la televisión estaba iniciando. La poca televisión que había la veíamos así como por debajo de la pata. Nosotros decíamos que la TV no era cultura, pero te casas, tienes hijos, necesitas trabajar, y de repente te das cuenta de que la televisión es un buen campo, que te da trabajo y es tan honesto como el teatro. Lo que sí creo nos cambió, y fue una patada fuerte, es cuando aparecen las redes sociales y el celular, pues si no estás en las redes sociales no existes.

-¿Y qué le parecen las redes sociales?

-Mira, las he aprovechado en el sentido de lo que se me indica. Con suerte contesto el teléfono, no entiendo muchas cosas. Menos mal que la productora que tengo se ha preocupado mucho de subir los eventos, de grabar, el Instagram. Desde la perspectiva de mi trabajo es positivo. Por otro lado, me piratean, mis chistes han dado vuelta por todos lados y no gano ni uno.

-Hablando de temas de contingencia, Don Carter, ¿qué le parece esta carrera presidencial? ¿han dado el ancho?

-Te juro que me llega a dar lata, pero lo peor es que la gente los sigue y todavía cree. Tengo mi pensamiento, sé por quién voy a votar, aunque da miedo esta onda que pasa a nivel mundial. Ojalá aquí en Chile seamos más tranquilos. Los políticos se han portado como el hoyo. Cuando tenemos una sociedad tan dispar, y que al empresario lo manden a clases de ética, todo lo que hemos sabido por el teléfono de este caballero (Hermosilla), los robos…

“Por eso cuando me dicen que soy ordinario, yo no soy ordinario. Ordinarios son los que roban al Estado, los que mienten con las licencias, los cuales son de todos los lados. Hasta el minuto no se ha inventado nada mejor que la democracia y espero que la sigamos teniendo como país”.

“Los chistes no me suenan tan picantes”

-Es una técnica el hacer chistes de doble sentido también...

-Mucha gente me dice que a mí los chistes no me suenan tan picantes. Me estoy convenciendo, ja, ja. Pero si tengo una forma de tomar el chiste y saco el remate, todo lo otro lo invento. Por eso dicen “este chiste es de Don Carter”, y no son míos, son de los que quieran ocuparlo.

-Pasa mucho en el mundo del humor estas referencias…

-Siento que eso es un respeto. Yo soy más viejo que ellos también, pero casi todos, sobre todo los cabros nuevos, me citan: el Edo Caroe, Luis Slimming. Además, los conozco y somos amigos. Hay muchos otros jóvenes que son comediantes y están dando vuelta en el circuito y me nombran a mí, y eso es un honor.

-¿Cuál cree que es su heredero natural? ¿siente que tiene algún heredero por ahí...?

-Lo que pasa es que yo soy bien raro. La mayoría de los cabros jóvenes que han salido no son actores, y los que sí lo son no han tenido una carrera tan vasta. La gente me conoció como actor, y después en esta cosa del humor. Hay esa admiración de cuando ellos eran chicos y me veían en la tele. Toda esa parte de trabajar en televisión, de extraer el oficio, no la tienen, la están adquiriendo recién.

-¿Y quién es el que mejor hace chistes de doble sentido de los más jóvenes?

-Para mí, en chistes, el Edo Caroe está muy bien, es ingenioso. Lucho Slimming la contingencia la maneja muy bien. Pero no los nombraría mis herederos porque somos muy distintos en lo que hacemos. Quizás en algún punto de nuestro humor nos juntamos. Yo no tengo humor negro, el mío es humor más cochino.

-Esto es algo que siempre quise preguntar, ¿cuál es el sinónimo del aparato reproductor masculino que más le gusta o que más ocupa en sus rutinas?

-El que más ocupo es el “manguaco”, y la gente no lo relacionaba mucho. El otro que siempre digo es el “filorte”, pero tú sabís que tiene más nombres... Esas son las características mías, y no falta el hueón que pregunta qué es un filorte.

“Lo más complicado fue el golpe militar”

-¿Cuál ha sido lo más bonito y también lo más complicado en esto?

-Evidentemente, lo más complicado fue el golpe militar, porque mientras estuvieron los milicos no había teatro, no había cultura, había muy poco de todo. La gente tenía miedo, no podía. Uno se ponía autocensura. Esa fue la etapa más negra, no se podía crear abiertamente ni decir lo que tú realmente pensabas. Tenías que disfrazarlo en esa época. Pero así, hubo mucho teatro que se paró en dos patas, por supuesto corriendo varias consecuencias.

-El arte se apagó...

-Absolutamente. Aparte de que muchos se arrancaron, muchos se asilaron. No, si Chile quedó en pelota con la cultura.

-¿Y en las cosas buenas, qué podemos rescatar?

-Mira, lo bueno que podemos rescatar es que hay mucha gente joven, hay una gran cantidad de escuelas de teatro, muchos inventando cosas, músicos nuevos. Te voy a ser honesto: a mí la cosa del reggaetón por ningún lado me entra, pero lo acepto porque tiene su público.

¿Dónde comprar entradas para “Don Carter 50 años”?

A partir de las 20:30 horas del sábado 25 de octubre en el Teatro Caupolicán, Don Carter pretende dar clases de chistes del manguaco y el doble sentido en una velada única. Las entradas se encuentran disponibles en PuntoTicket.

Sectores y precios:

• Palco B: $40.000
• Palco C: $40.000
• Palco D: $40.000
• Palco E: $40.000
• Primeras filas: $35.000
• Cancha: $30.000
• Tribuna: $20.000
• Silla de ruedas: $40.000
• Acompañante silla de ruedas: $40.000

Precio total incluye cargo por servicio.