El 2025 estuvo convulsa para Meganoticias y, sobre todo, para Juan Manuel Astorga, quien asumió en solitario la conducción del noticiero central con la partida de Andrea Arístegui a CHV. Luego, de manera incomprensible para la industria y los televidentes, en plena temporada festivalera, se anunció que no continuaría como el conductor, y que José Antonio Neme tomaría su rol.

A los pocos días, en canal echó pie atrás, y en marzo la serie de erráticas determinaciones terminó el director ejecutivo de ese momento, Javier Villanueva, fuera del la estación.

Pero, a pesar de todos esos enredos internos que saltaron a la luz pública, Meganoticias central volvió a quedarse con el galardón a Mejor Noticiero de los Premios Copihue de Oro, y ha liderado el rating desde el 1 de abril al 11 de diciembre, según datos a los que accedió el diario pop, obteniendo el mayor promedio televidentes durante ese periodo.

Antes, en septiembre, desde TVN había arribado Constanza Santa María, quien llegó a hacer dupla con Astorga. "Estuve casi un año solo en el noticiero“, repasó el conductor sobre este último periodo de noticiero.

La fórmula “cercana”

En diálogo con La Cuarta durante la ceremonia, consultado sobre la “fórmula” del noticiero para quedarse nuevamente con el galardón pop, él contesto:

—Creo que sabemos leer muy bien a la audiencia, lo que le interesa, y sabemos explicarle lo que le debería interesar. Y creo que ahí hemos logrado un gran acierto; porque si fuera sólo por lo que la gente le interesa, uno probablemente daría al final otras notas. Pero hay cosas que la gente le deberían importar y hay veces que no conecta con esa noticia, salvo que encontremos la manera de explicarla. Y en eso hemos trabajado harto durante este este último tiempo. Hoy creo que la gente conecta con Meganoticias por eso, porque dice: “Este tema no lo sabía, pero aquí lo entendí porque es importante.

A ello, el conductor agrega el que, a su juicio, es otro factor clave: “Creo que en general es un cercano también: yo no uso la corbata, y se trata de hablar en el lenguaje cercano que no significa hablar en en fácil, sino que tratar de explicar las cosas sin tratar de intelectualizarlas. Creo que eso también ha sido algo muy importante”.

—¿Y lo de la corbata fue idea tuya?

—Yo me la saqué en las últimas temporadas de El informante (TVN) cuando me di cuenta de que, al final, me estaba convirtiendo en una especie de barrera; como que ya todo el mundo no estaba usando la corbata, y se veía como una cosa más antigua. Si tu haces el noticiero el viernes, en polera, con una chaqueta, no pasa nada; nadie dirá: “Uy, que está mal vestido el conductor”, mientras te quede bien y no sea una combinación horrorosa. La gente, al final, lo que necesita es cercanía, que el lenguaje sea cercano, que le hables al televidente y la gente te sienta cercano.

—¿La gente te comenta eso?

—Todo el mundo siempre me lo dice, que siente una cercanía con uno. Y es curioso porque el animador de un matinal o un programa de entretenimiento tiende a tener más cercanía con la gente, porque es más bueno para el webeo. Pero el conductor de noticias no casi no se le acercas; y cuando se acercan, es para comentarle alguna noticia. La gente se me acerca mucho para agradecer la cercanía. Creo que lo hemos logrado como trabajo de equipo; no tiene que ver con la con una puesta en escena mía, sino que con una puesta en escena colectiva de Meganoticias.

El noticiero hoy

—¿Cómo ha sido la la con Cony Santa María como compañera?

—Éramos amigos, pero nunca habíamos trabajado juntos, y teníamos las ganas de hacerlo. Y tengo que decir que Andrea Arístegui le dejó la barrera muy alta, porque Andrea también es mi amiga, e hicimos una dupla espectacular. Pero con Cony ha sido extraordinario, ¡superó todas mis expectativas! Me va a perdonar el chilenismo, pero la pasó: ¡la raja! La miro y sólo tengo admiración por ella. La veo trabajar y es un cañón: es muy profesional; pero además, cercana, simpática y divertida. Tiene onda y energía. La gente del canal que no la conocía ya son sus mejores amigos. Es espectacular. Con lo que te diga me corto corto.

—Y está con El Shot fuera de la televisión... ¿tienes ganar de independizarte?

—No, no, no. Todo es un complemento. Estoy haciendo muchas cosas en redes sociales para Mega, y también quiero hacer cosas mías en redes. Son complementos. Creo que es una manera de mirar 360° todo: la tele, lo que hago en Radio Infinita, lo que hacemos en las redes sociales y las plataformas de Mega Media, y también está lo que yo hago, que es un proyecto que venía desarrollando hace un año, y que le di un empuje cuando me echaron, que fue cuando más empuje le di. Me volvieron a contratar un mes después, pero lo mantuve. No lo había lanzado porque no había tenido tiempo, pero hace rato que quería hacerlo; es una manera sacarse un bichito de hacer algo distinto a lo que ya estoy haciendo, que es harto. Pero esto es una proyecto mío, porque es darme un gusto de algo que quería probar por mi cuenta.

—¿Hoy cómo estás con Mega?

—Bien, súper bien. Estoy contento. Ha sido un año muy ecléctico. Lo he pasado bien y lo he pasado mal. Pero está terminando una muy bonita.

—¿Lo pasaste mal al principio y después bien?

—Pero he tenido momentos difíciles también, procesos de adaptación y las crisis. Yo no soy alguien expuesto públicamente y y me vi expuesto en portadas y en programas de farándula, y nadie logró entender por qué en el mejor momento de mi carrera me estaban echando y, por lo mismo, es que volví, y lo que me sacaron no están. Ha sido un año curioso.

Políticos según Astorga

En este año electoral presidencial, Astorga tuvo que entrevistar a los distintos candidatos a La Moneda (Jeannette Jara, Evelyn Matthei, Franco Parisi, Marco Enríquez-Ominami y Harold Mayne-Nicholls) para El Candidato, al igual que Santa María, Neme y Tomás Mosciatti, y entregó su impresión:

—¿Quién fue el candidato más difícil de entrevistar?

—Por su capacidad intelectual: Marco Enríquez-Ominami. Es un candidato extremadamente preparado y te desafía intelectualmente, y me gusta ese desafío. Pero definitivamente él es el más difícil.

—¿Y tienes alguno con el que tengas más buena onda?

—Varios. Al final uno ya ha desarrollado cierta musculatura y sabe cuáles son fáciles de entrevistar: el ministro de de de Seguridad (Luis Cordero), por ejemplo, que lo conozco hace tanto tiempo que ya sé qué teclas tocar con él y que me va a resultar bien la entrevista. O el senador (Juan Antonio) Coloma, que lo conozco hace tanto tiempo y sé exactamente por dónde puedo conseguir algo noticioso con él.